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Categoría: conclusiones
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Publicado: Domingo, 20 Mayo 2018 18:23
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Escrito por Administrator
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- Pongámonos a trabajar en temas básicos relacionados con la gente, con los jóvenes, asuntos llamados a transformar en positivo nuestras sociedades: Derechos Humanos, Igualdad, Desarrollo Sostenible… La fragmentación lingüística, de representantes políticos, de Opiniones Públicas y mediática obliga a seleccionar muy bien los temas para evitar que se puedan levantar nuevas aristas.
- No dejar la comunicación siempre a los gobiernos (su perspectiva europeísta está sesgada). Movilizar muchos más actores nacionales que hablen de temas europeos y no desde una perspectiva nacional: parlamentos nacionales, regionales, ciudades, grupos profesionales que movilizan élites, ONGs, activistas europeístas…
- Relación directa con los ciudadanos. Hay que perseverar en el camino ya iniciado por las instituciones comunitarias de relación directa con los ciudadanos a través de los nuevos medios y las redes sociales.
- No hay mejor aliado que un periodista bien informado. Europa necesita periodistas más formados y las instituciones deben facilitarle su trabajo con honestidad (acceso a la información, explicaciones, tecnicidad).
- Para lograr una mejor comunicación es necesario un mejor producto: más transparencia y participación ciudadana en el proceso, proyectos comunes de verdadero impacto en la vida del ciudadano, listas transnacionales y foros de discusión más allá de las fronteras nacionales. Seguro que entonces es más fácil comunicar.
- Europa, en este momento, debe tener mucho más cuerpo que alma, mucha más materia que espíritu, muchos más proyectos y realidades que ideas inspiradoras.
- Convicción en nuestros valores. La comunicación europea debería incluir siempre de manera implícita o explícita la convicción en que sus valores, los nuestros, los de nuestra familia europea, son simplemente los mejores.
- Hay que escuchar y entender a la opinión pública, y propone relatos de contenido claro, emocional y honesto, con historias reales que apunten directamente a los ciudadanos, que no hablen de siglas y acrónimos sino de lo que la Unión Europea hace por ellos.
- Hay que pensar en valores que espoleen a los jóvenes y devuelvan la ilusión a los mayores. Cuestión primordial es que esos valores alumbren de verdad, sin eufemismos, las políticas europeas; y algo más que las políticas: los procedimientos. Políticas innovadoras, de claro contenido social, que pongan a las personas en el centro de sus objetivos. Y procedimientos democráticos, exquisitamente democráticos y participativos, que reconcilien a los ciudadanos con la res pública y los sitúen en lugar privilegiado en la toma de decisiones.
- Una propuesta de relato: los desafíos actuales no los pueden resolver los estados miembros individualmente y para resolverlos necesitamos una Europa más fuerte.
- La transversalidad. Introducir la óptica europea en todos los medios, programas y formatos. Somos Europa; Europa es el aire que respiramos.
- Hacer prevalecer el eje europeísmo/antieuropeísmo, frente al eje izquierda/derecha, que muchos dan por desaparecido. Habrá propuestas desde el Movimiento Europeo para que los políticos en campaña se centren en el tema europeo y no en el nacional.
- Hacen falta más corresponsales, más inversión. Viajar más (la CE organiza viajes pero la UE no es solo Bruselas).