Tiembla otro mito alemán: el automóvil

Caen las ventas mundiales, sobre todo en los grandes mercados, EEUU y China

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Hace unos años, una marca alemana decía escuetamente en el anuncio de uno de sus coches: Ágil, fiable, seguro. Alemán. Nada menos que alemán. Con eso lo decía todo. Irrompible, nada que ver con los flojuchos coches franceses, hechos para la clase media, blandos de suspensión y de asientos, flojos de chapa, para llevar la baguette y poco más. O los italianos, bellísimos pero frágiles, según decía la tradición oral antes del forocoches.com. (Conduzco coches italianos desde hace dos décadas y nunca me han dejado tirado, toco madera, pero he visto en la carretera a muchos arrogantes coches teutones esperando a la grúa) De los coches británicos no hablamos, simplemente porque no existen: Rolls Royce y Mini son de BMW, Bentley de VW (la industria alemana ganó la postguerra), y Jaguar y Rover son de la india Tata. ¡Viva el Brexit, que les va convertir de nuevo en una superpotencia!

El mito alemán nació con el VW Käfer, el Escarabajo, el coche simpático e irrompible, diseñado por Ferdinand Porsche para las masas hitlerianas. La producción se retomó tras la guerra porque la fábrica de Wolfsburg había quedado intacta y simbolizó el “milagro” alemán. Luego, su producción se llevó a Puebla, Méjico. Alquilé allí uno hace tiempo y al cabo de varias decenas de kilómetros  alcancé la velocidad de crucero, que era de unos 90 km/hora, cuesta abajo. Pero, una vez en marcha, se decía, no se rompía. Había que soportar un ruido infernal (iba refrigerado por aire) y no tenía maletero, pero era alemán.  Punto. Todo por la causa.

La mitad de los Escarabajos producidos, tanto en Wolfsburg como en Puebla, se vendieron en los EEUU. Era un manera de apropiarse del alma germana, de mostrar que ellos habían ganado la guerra

El Golf (ojo, diseñado por un italiano, Giugiaro) salvó a VW de la ruina en los años 70 del pasado siglo, porque el prehistórico Escarabajo ya no se vendía.  El nuevo modelo renovó el mito de lo alemán, que se amplió después a una pequeña fábrica bávara, BMW, y a la renacida Audi. Mercedes siempre fue el coche soñado en todo el mundo. De niño, hace más de medio siglo, te decían: si te aplicas, si triunfas en la vida, tendrás un Mercedes.

Hoy, las marcas alemanas inundan nuestros pueblos y ciudades. Cualquier chaval, menos que mileurista, de zona   rural, no de la España vacía, eso sí que no, tiene que comprarse un coche bávaro, a ser posible con llantas doradas y suspensión rebajada, para demostrar que es alguien en el pueblo. En el otro extremo, las clases altas de las ciudades llevan los brutales todo-terreno SUV ultracontaminantes. Sus conductores pueden mostrar que son financieros de éxito. Son “alemanes” aunque estén hechos en los EEUU, los BMW en Carolina del Sur y los Mercedes en Alabama. O los Audi medianos, en Hungría. Pero son ágiles, fiables, seguros. Son…alemanes de espíritu.

Porsche pasó de producir solo el mítico deportivo 911, a ampliar su gama con los gigantescos Cayenne y Macan, objetivo de las clases altas y medio-altas, porque son  “alemanes”, aunque nazcan en realidad en la fábrica del grupo VW en Bratislava, Eslovaquia, de dónde salen también los Audi más grandes. Pero son “alemanes” de espíritu. Llevan el nombre de inteligente ingeniero que diseñó el mítico Escarabajo para Hitler. Nada menos.

Como vemos en las películas de los USA y en las interminables series de Netflix, todo estadounidense que se precie lleva un coche alemán de alta gama. Como en China. Pero llegamos al núcleo de este artículo: este mundo se tambalea; las exportaciones de modelos alemanes a estos dos gigantescos mercados han caído en lo que va de año nada menos que un 20%.

La venta mundial de automóviles ha descendido en este periodo un 5% en todo el mundo.

Nos encontramos en un estado de inseguridad total, ¿Diesel, gasolina, eléctrico?, y eso se refleja en las ventas de vehículos. Los expertos estiman que estamos al comienzo de un ciclo a la baja en la industria del automóvil, que puede ser bastante largo.

La IAA de Frankfurt, una de las más, si no la más importante exhibición de nuevos automóviles del mundo, es un reflejo de esta crisis. Este año no asisten varias grandes marcas: Toyota, Renault, Fiat- Chrysler, Ferrari, Bentley, Maserati, Lotus y Aston Martin  Quedan apenas las alemanas, que intentan vender ahora coches “limpios”. A las puertas de la Feria, los manifestantes contra el cambio climático exigen, no nuevos modelos de automóviles, sino un cambio de modelo, limitar su circulación en las ciudades y vehículos limpios de verdad.

VW, la marca que creó el mito, ha sido la causante de la destrucción del mito, al trucar los motores Diesel.

Intentó penetrar en el poderoso mercado estadounidense a través de su fábrica en Tennessee con los Diesel, más limpios que la gasolina, decían. Pero como los ingenieros no conseguían el resultado deseado, y ante la enorme presión de los dirigentes de la marca, trucaron los motores para que, en parado, pudieran pasar la revisión, aunque en marcha siguieran contaminando.

Este escándalo ha provocado una enorme inseguridad en los compradores. Algún gobierno, como el nuestro, si es que hay gobierno, anuncia que prohibirá los motores Diesel.

El marketing de las grandes marcas lanza ahora el falso hibrido o el coche eléctrico. Pero, ¿dónde van a cargar los coches que aparcan en la calle?, ¿de dónde va salir la energía para moverlos? Es una huida hacia adelante. El comprador o compradora de un nuevo vehículo tiene un despiste absoluto. Los fabricantes tiene que hacer gigantescas inversiones para sacar adelantes los nuevos modelos. No todos van a sobrevivir.

El gran negocio está en la gestión de los datos que proporciona el coche en su movimiento, de los que se aprovechan los gigantes de la red, Google, Facebook, Apple o Uber. Lo de fabricar coches no es interesante. Ni siquiera eléctricos. Los i3 e i8 de BMW han sido un Flop, que se traduce como fracaso.

Volkswagen asegura que va a sacar 70 nuevos modelos  eléctricos en los próximos años. Mercedes afirma que en diez años todos sus coches serán eléctricos. Se trata de una cuestión de imagen. De momento, las empresas no ganan dinero con la fabricación de esos vehículos. Es pura propaganda, porque, en paralelo, siguen fabricando los gigantescos o monstruosos SUV, que es lo que quiere el consumidor moderno, poco atento al cambio climático. De manera más racional, el fabricante de componentes Bosch estima que en 2030, el 75 % de los vehículos seguirán movidos por motor de combustión, eso sí, cada vez más limpio. Un esfuerzo, quizá exagerado e inútil, el los gigantes germanos que necesitará gigantescas inversiones.

La mítica industria alemana del automóvil se encuentra ante el más importante desafío de su, hasta ahora, plácida historia: escándalo de los Diesel, revolución de los eléctricos, guerra comercial EEUU-China, dañina para un país como Alemania centrado en la exportación, y un descenso generalizado de ventas. Miles de puestos de trabajo están en peligro. Como decía el canciller Willy Brandt, nada será como era.

Cae un mito alemán como han caído otros, el de los Volkspartei, los grandes partidos de masas, la democracia cristiana y la socialdemocracia alemanas, que eran un referente, un faro en el territorio europeo.

Antes, todo estaba más claro: los ricos se compraban un Mercedes o un Porsche y la clase media optaba entre un VW o un Opel, y votaba a la CDU o al SPD.

Ahora todo es más complejo, la gama de vehículos es infinita, los coches alemanes echan pestes y en el campo político emergen nuevas opciones: Los Verdes, ecologistas con un programa vago, prohibir los coches en las ciudades entre otros puntos, y los temibles ultranacionalistas de la Alternativa para Alemania, con muchos neonazis en sus filas.

Caen y caerán más gigantes.

Richard (pronúnciese Rijard) Wagner (pronúnciese Vagna), que por cierto era de Leipzig, donde hoy se  fabrican coches teutones, compuso el Crepúsculo de los dioses, que suena mucho más terrible en alemán:   Götterdämmerung . 

Y cuando los dioses se hunden, se llevan por delante todo lo humano que encuentran.