Víctimas del virus: ¿Europa, la globalización, la democracia, la vejez….?

ny vacia¿Qué quedará cuando salgamos de casa o del hospital, cuando lo peor de la pandemia pase?. Proliferan los comentarios rápidos del todo o nada cambiará tras las secuelas individuales y colectivas de tan repentina y dramática experiencia en tan corto plazo. Un despertar de pesadilla del “delirio de omnipotencia“, lo califica el Papa Francisco. Pero escasean tanto las certezas que, tras sortear la enfermedad o el duelo, la mayor angustia es la incertidumbre total sobre la vida tal como lo hemos conocido hasta ahora: desde el trabajo hasta las relaciones sociales, nacionales o internacionales.

Más allá de anticiparse a tan incierto futuro – que intentan los mejores pensadores con rapidez y mas profusión que durante la crisis financiera-, lo sucedido ya ha puesto en jaque mecanismos, instituciones, prioridades nacionales, relación social, generacional…. no creo que sistemas, aunque sí la globalización desgobernada que hemos conocido. Abro hilo o serie de post al empezar por la más cuestionada estos días, una Unión Europea que es el mayor logro pacífico en medio siglo.

Europa en peligro

 “Después de la Segunda Guerra Mundial, este amado continente pudo resurgir gracias a un auténtico espíritu de solidaridad que le permitió superar las rivalidades del pasado. Es muy urgente, sobre todo en las circunstancias actuales, que estas rivalidades no recobren fuerza, sino que todos se reconozcan parte de una única familia y se sostengan mutuamente”, señaló el Papa Francisco, tras considerar que la pandemia nos ha despertado “del delirio de omnipotencia”, al dar una inédita bendición Urbi et Orbe el domingo de Ramos. No ha sido el único “pope” en alertar del grave momento continental.

Sin solidaridad, Europa corre “un peligro mortal”. “El virus ha vuelto”, sentenció a sus 94 años, Jaques Delors, el más histórico presidente de la Comisión (de 1985 al 1995), ya retirado y que rara vez se pronuncia, tras la frustrada respuesta a la pandemia en la cita de los mandatarios de la Unión, mientras Italia ya estaba desbordada, España en plena emergencia y Francia contagiándose. “Satisfactorio pero muy insuficiente”, sentenció el también ex jefe del ejecutivo, Jean Claude Junker, sobre el pre-acuerdo del Eurogrupo el jueves Santo, al secundar a Delors cuando también citó el regreso del virus, pues “en Europa se trata ahora de ser solidario”.

La fractura Norte/Sur

Como antes ocurriera con China, cuando la pandemia saltó a Europa se consideró un “problema italiano”, y cuando se extendió por el continente, fue un “sálvese quien pueda” en acopio de material médico, cierre descoordinado de fronteras -a riesgo de estrangular los suministros y con miles de europeos varados dentro de la Unión, y otros 300 mil fuera-, adopción de medidas de contención disparejas….. ,un ambiente que se reflejó en las reuniones de Marzo abortando la respuesta común.

Cual revival de la crisis global hace una década, se abrió una brecha Norte y el Sur. De un lado, quienes para no estrangular la recuperación que supuso el austericidio recetado en 2008, solicitaron un mecanismo común para financiar la emergencia (eurobonos, ya solicitados en la crisis, o coronabonos circunscritos a esta emergencia), a la cabeza Italia, con apoyo de España, Portugal y Francia, y varios países del Este. Del otro, quienes descreídos del contagio y con cierta altanería rechazan cualquier emisión de deuda común al sugerir una mala gestión meridional de la bonanza para conseguir superávit y reducir deuda. Un grupo encabezado por Holanda, con respaldo de Austria y algún nórdico, pero sobre todo de Alemania.

Roma 2
Plaza España de Roma

La pandemia es global, no una asimétrica crisis continental

Volvió el mito del norte frío y ahorrador, del sur cálido y derrochador, envuelto en creencias protestantes o católicas, mito del que se hicieron eco algunos medios con la muy socorrida cita de la fábula de la cigarra y la hormiga, mientras la extrema derecha italiana quemaba banderas europeas, y la española recordaba los Tercios españoles en Flandes. No solo se revivieron los mitos, se evidenció que una década después de la devastadora crisis que se daba por terminada al iniciarse el año, no hay una interpretación europea común de lo que pasó.

“Si no es ahora, ¿cuándo?”, se preguntó el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Clos, en entrevista con Handelsblatt. “Es ahora o nunca”, apostilló el Presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al publicar “Europa se la juega”. El Primer Ministro portugués, Antonio Costa fue más allá y calificó de repugnante la insinuación del Ministro de finanzas holandés. Éste, junto a su Primer Ministro, Mark Rutte, pidieron disculpas por la falta de sensibilidad -cuando en Italia los muertos ya se contaban por miles-, pero insistieron en condicionar la ayuda a la supervisión del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), versión europea del FMI, inventado para los rescates de la crisis y con parecidos “hombres de negro” para supervisar.

Utilizar ahora solo el MEDE y el Banco Europeo de Inversiones -que suponen créditos y avales condicionados-, incluir las necesidades sanitarias y sociales en una ayuda especial de la Comisión Europea, y en el nuevo presupuesto de la Unión, y quizás a futuro considerar un fondo de reconstrucción, fue el mensaje de Alemania. Para entonces, a iniciativa de la Canciller, se había suspendido “temporalmente” las sacrosantas normas de déficit y deuda, mas para aprobar los paquetes de ayuda propia que para un plan común.  

Un paraíso fiscal, con voz y voto en la UE

Más allá de mitos, algunos analistas ponen cifras al desequilibrio Norte/Sur con resultados opuestos a la dicotomía soberbio/pedigüeño. Si  el trío de Holanda, Alemania y Austria cree poder recuperarse antes del efecto económico de la pandemia por no ser el turismo importante en su Producto Interno Bruto (PIB) como lo es para los meriodionales, 2/3 partes de las exportaciones de Austria u Holanda van al resto de la Unión (71% o 74%), y un 59% de las alemanas, en momentos en que se anticipa una desglobalización. 

Pero además, el €uro ha sido un logro común, pero más provechoso para al trío centroeuropeo en detrimento del sur. Un beneficio entre 1999- 2017 de 1,89  billones para Alemania (+23 mil/ per capita); o de 346 mil millones para Holanda (+ 21 mil millones/ p.c.); pero de una merma de 4,32 billones para Italia (-73 mil/p.c.); o de 3,59 billones para Francia (-56 mil/ p.c.); y de 224 mil mill. para España (-5 mil/ p.c.), según datos del alemán Centro para la Política Europea citados por Eliseo Olivares, en “La insolidaridad de los países ricos amenaza Europa”.

Por último, sobre el muy aireado superávit holandés, varios autores han recordado que, si en la crisis de 2008 se destapó el dinero refugiado en enclaves fiscales en la propia casa (Suiza, Montecarlo, Andorra, Gibraltar….a los que se aplicó normas de transparencia), un país como Holanda, con voz y voto en la Unión practica el dumping fiscal. El estudio del Task Force Network (Panel sobre Impuestos),  “Holanda, que bloquea un plan UE de cobetura de la emergencia del covid19, le cuesta a los países europeos 10Bn en impuestos  coorporativos por año”, detalla como ciento 35 mil casos de empresas españolas, desvían allí alrededor de mil millones de euros; parecidas pérdidas para Italia con 132 mil casos y -1 mil 500 millones, merma de 2 mil 700 millones para Francia, con 74 mil casos. 

Madrid
Plaza de Callao, Madrid

Un Fondo de reconstrucción, Plan Marshall, coronabonos….

No obstante tan amargo tira y afloja, los primeros en reaccionar apelando a un acuerdo acorde al cataclismo de la pandemia fueron los propios alemanes. Europa atraviesa una crisis existencial. En una situación así dárselas de guardián presupuestario de la virtudes es mezquino y sórdido. Quizás valga la pena recordar por unos instantes quién ayudo a financiar la reconstrucción alemana tras la guerra. (…) Si los europeos no muestran de inmediato que resistirán juntos a esta crisis, los populistas enemigos de la Unión Europea y los fondos de alto riesgo en Londres o Nueva York se darán una gran fiesta(…) “Europa es un coalición de ególatras, sentenció Steffen Klusmann, el director del muy respetado semanario, Der Spiegel, en el editorial titulado: “El rechazo de alemán a los eurobonos es insolidario, mezquino, y  cobarde” .

“Europa solo podrá seguir existiendo si los europeos nos apoyamos mutuamente”, reza la carta dirigida a la Comisión Europea de unos 70 intelectuales, economistas, artistas o políticos de Alemania y Austria, entre otros J. Habermas, J. Fisher, y M. Von Trotta, pidiendo un “Fondo corona”. A nivel ciudadano los gestos de apoyo ya se multiplicaban: el Land de Sajonia acogía pacientes italianos, el de Sarre a franceses, y también ciudadanos enfermos de la hasta entonces a salvo Holanda. Quizás lo más simpático fue una colonia entera de Bamber cantando desde sus terrazas el Bella Chiao para animar a Italia. A ese espíritu se sumó el Presidente Alemán, Frank-Walter Steinmeier, con un inusual mensaje televisivo el pasado sábado: ” Alemania no puede salir fuerte y sana de la crisis si nuestros vecinos no salen más fuertes y sanos. Treinta años después de la reunificación alemana y 75 años después del final de la segunda guerra mundial no solo se nos pide solidaridad con Europa a los alemanes. Estamos obligados a ella”, afirmó.

Al fin, Fumata Blanca

Con el acuerdo de Jueves Santo, al tercer intento el Eurogrupo fijó una respuesta financiera a la devastación de la pandemia de medio billón, que se ciñe a lo anticipado por Alemania, y que el corresponsal de El País, Bernardo de Miguel resumió así en un twit: “Berlín deja clara su oferta en la víspera del Eurogrupo. 1) Mede; 2) avales del BEI; 3) préstamos para los ERTE. Y tras la crisis, los fondos del Presupuesto de la UE, que es más pequeño que el de Bélgica y apenas llega al 1% del PIB (UE)”.  (Ver montos del acuerdo pinchando aquí o en enlace)

Así lo ve el ex comisario europeo, Joaquín Almunia entrevistado por José Ignacio Torreblanca

“Algo es algo”, resumió el analista, Juan Ignacio Crespo -ver entrevista TV en enlaces-, al coincidir con otros en calificarlo como positivo pero insuficiente, tomando en cuenta los 2,5 billones decididos en EEUU (además de una liquidez de casi el doble de la FED), o el plan nacional de Alemania que en dos fases, también cuadruplica ese monto. Con todo, añadió Crespo en un twit, “nunca se ha hecho algo de esa dimensión (..) pero un parón voluntario de la economía mas una pandemia es inédito”.  También el Presidente del Eurogrupo, Mario Centeno subrayo el excepcional acuerdo logrado en tiempo récord, y quiso romper el paralelismo con lo ocurrido en la crisis financiera del 2008, “cuando Europa hizo muy poco y muy tarde”.

“Es un paso en falso en la dirección correcta”, resumió parafraseando a Leonard Cohen, Enrique Feas, analista del Real Instituto Elcano en el artículo “Mas Europa Sí, pero por mayoría cualificada”. Describe cómo la Canciller alemana, Ángela Merkel pide profundizar la integración europea, pero sustenta las tomas de decisión en los organismos inter-gubernamentales donde tiene asegurado el control, como el Eurogrupo, y no en las instituciones de UE como la Comisión o el Parlamento Europeo (el Presidente de este último, el italiano, David  Sassoli ya ha sido excluido de los contactos).

A pesar de todo este mareo de cifras y organismos, al final el meollo de estas disensiones europeas no es tanto un asunto económico como político. Quien lo ha dicho estos días con claridad es el Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa:  “Mas que una cuestión económica o financiera, es política. Tenemos que saber si podemos seguir a 27 en la UE, o a 19 (en la zona euro), y si hay alguien que quiere quedarse fuera“. Continuará.

El Homenaje brasileño a la sanidad del mundo:

Enlaces sobre el acuerdo del Eurogrupo y las tensiones previas: