Una buena noticia para los jóvenes sobre el futuro de Europa: se convoca la convención europea

unión europea detailTengo la impresión de que las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa van a tener una gran relevancia, ya que se van a realizar propuestas concretas e, incluso, de reforma de los tratados en cada uno de los nueve grupos de trabajo. En este caso se garantiza, al menos, una reforma de los Tratados de la Unión Europea por el mecanismo simplificado para dar respuesta a las demandas de los ciudadanos, sociedad civil e instituciones nacionales y europeas. Además, parece probable que se dé paso a la convocatoria de la Tercera Convención Europea que llevaría a una reforma en profundidad de los tratados. Lo importante es que se inicien las reformas con la mayor brevedad posible, con el objetivo de que se encuentren en vigor antes del inicio de la X Legislatura en 2024. A ello hay que añadir el informe de iniciativa del Parlamento Europeo sobre la petición de convocatoria de la Convención Europea en aplicación del artículo 48.3 del Tratado de la Unión Europea, la cual debe ser, posteriormente, adoptada por el Consejo Europeo por mayoría simple.

Ambas situaciones, tanto la mayoría en el Parlamento para la realización de la petición y la mayoría en el Consejo para su adopción, es muy probable que se logren. Por ello, cada vez se ve más claro que en el Consejo Europeo del 23 y 24 de junio, el último bajo presidencia francesa, sea posible la convocatoria de la ya citada Convención Europea por tercera vez en la historia de la Unión Europea.

¿Por qué es necesaria esta tercera Convención Europea?

Porque hay que dar continuidad al proceso federalizante que se inicia a consecuencia del nuevo ciclo político tras las elecciones al Parlamento Europeo y, especialmente, de las decisiones económicas, políticas y sociales que se han venido adoptando en la lucha contra la pandemia del covid-19, especialmente el Plan de Recuperación y el Fondo de Nuevas Generaciones. Además, frente a las nuevas circunstancias tras la agresión rusa a Ucrania, cada vez se ve más claro que la Unión Europea necesita una reforma en profundidad. Se requieren reformas no solo en algunos aspectos específicos como puede ser, por ejemplo, la superación de la unanimidad en el Consejo en materia de política exterior o fiscal, el desarrollo de la Unión Bancaria y Fiscal, la incorporación del Pilar social y la Declaración de Oporto a los Tratados de la Unión Europea mediante un tratado de progreso social, competencias en materia de salud, el desarrollo de competencias europeas en materia de migración y asilo, el avance en la agenda climática y el impulso de la transición digital europea y, sobre todo, la adopción de las listas trasnacionales y la elección de la presidencia de la Comisión Europea mediante el spitzenkandidat.

Lo que hace falta es una reforma profunda de la Unión Europea en clave federal que dé respuesta a la nueva situación que vive Europa y el mundo, y en donde la UE necesita adquirir mayores fortalezas y consolidarse como un actor fundamental hacia el interior y el exterior. Y donde, además, el modelo de federalismo intergubernamental actual debe reforzar la parte federal frente a la intergubernamental. Es decir, debe robustecerse esta Unión de Estados y ciudadanos, para convertirse en una federación de ciudadanos y Estados. De tal manera que los Estados deben compartir más con los ciudadanos la paternidad de los tratados, superando la noción de “los Estados como padres de los tratados”. De la misma forma que el Plan de Recuperación y el Fondo de Nuevas Generaciones está pensado, en gran medida, para los jóvenes europeos, ya que van a ser ellos los que van a devolver la deuda mancomunada, también han de ser ellos los que disfruten del avance del proceso federalizador, ya que, desde la última legislatura, la voluntad de los jóvenes de participar en la Unión Europea es cada vez más clara. Un ejemplo de ello fue el incremento de la participación en las elecciones al Parlamento Europeo de 2019 como consecuencia del voto joven. Igualmente, los últimos eurobarómetros corroboran esta tendencia, de la misma manera que es el sector de la población donde se demanda un mayor incremento de competencias a la Unión Europea. Precisamente, en el último Pleno de la CoFoE, el viernes 8 de abril, defendí en el hemiciclo de Estrasburgo, haciendo uso de una tarjeta azul, la necesidad de que se cuantifique, teniendo en cuenta que es el Año de la Juventud, las ventajas, año a año, que se están consiguiendo para la juventud y, especialmente, en el número de puestos de trabajo, que crece. Teniendo en cuenta que durante esta sesión se afirmó, por varios oradores, que el Programa Erasmus ha sido el más importante que ha desarrollado la Unión Europea en los últimos años, solicité que se crease un premio Erasmus con el nombre de la persona que tomó la iniciativa de ponerlo en marcha, hace treinta y cinco años, pese a contar con una fuerte oposición, quien no era otro que nuestro compatriota el comisario Manuel Marín. Esta propuesta tuvo una aceptación implícita a través de unos fuertes aplausos del hemiciclo. El Movimiento Europeo y el Consejo Federal Español del Movimiento Europeo estamos muy sensibilizados con el Año Europeo de la Juventud. Especial relevancia han tenido las propuestas que los jóvenes han formulado en un reciente encuentro en Alicante para la Conferencia sobre el Futuro de Europa, siendo la tercera vez que, a iniciativa del Movimiento Europeo, se reúne la sociedad civil joven española y europea. Fue un fantástico encuentro donde se elaboraron unas conclusiones operativas que, en gran medida, se están incorporando a los distintos grupos de trabajo y, especialmente, al grupo 9 sobre Educación, cultura, juventud y deporte.

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