Adiós Gutemberg, ¿Adiós?

Europa se apoya en valores como la libertad, la democracia y el Estado de derecho. Pero el periodismo está en peligro y, por lo tanto, la democracia. Para tener una sociedad democrática hace falta una prensa fuerte y libre. Los diarios impresos se van a Internet, pero la publicidad no llega. Salidas posibles: la subvención, el pago por la información, o más calidad.encuesta_blogs_2

Los blogueros, inundan, inundamos la red. Pueden, podemos, escribir cualquier cosa,  en pijama, como reconocen algunos, en casa, sin estar presentes en los lugares donde se genera la noticia  También es cierto que la mayoría de los blogs no se leen o no tienen influencia. Pero eso no es periodismo. O no tiene porque serlo siempre. La fiabilidad en la información lleva a repetir la lectura o la atención sobre un medio que proporciona datos contrastados y fiables.

La información europea como asunto doméstico

logoasoc-02En la mayoría de los debates que reorganizan en torno a la problemática de la construcción europea, se evidencia como una laguna para que los ciudadanos asuman como suyas las decisiones de Bruselas, la distancia informativa entre la burocracia de la UE y los destinatarios de sus resoluciones, salvo en el caso concreto de sectores directamente afectados o interesados por un recorte o aumento de las subvenciones o de posibilidades de apertura o cierre de mercados.

De ahí que, como siempre, el papel e la información y de los medios que la transmiten, jueguen un papel tan importante a la hora de dotar de contenido a la labor de construcción de una entidad política y económica compleja, forjada en la adhesión y no en la conquista, con estructuras, historias y lenguas diferentes, lo que dificulta, aunque enriquezca, la toma de decisiones.

Sobre eso de que salimos de la crisis y otras mentiras

logoasoc-02La información que hemos venido recibiendo y que aun recibimos sobre la dichosa crisis tiene un tufo tremendo. Primero, porque al inicio, cuanto más nos la explicaban menos la entendíamos, ahora ya ni se molestan. A  cada vaticinio le seguía una rectificación de, más o menos, 180 grados divergente; lo que  primero se ofrecía como la receta perfecta,  semanas y hasta días después nos aseguraban que, por aquel camino íbamos al abismo. La sensación que transmitieron, durante todo el primer año de la crisis, es que las informaciones, datos y análisis eran muy contradictorios, que no se aclaraban o que, y esa es mi opinión, se trataba de enfoques muy tergiversados, groseramente manipulados. A estas alturas, creo que todo esto ha sido un montaje espectacular que ha servido, entre otras cosas, para proteger a quienes se han quedado con la pasta.

Un modelo alemán. La jornada reducida

logoasoc-02En primer lugar la mala noticia. Este sistema apenas tiene aplicación en países donde prima la construcción y los servicios, como España. Esta más indicado para los que poseen una potente industria de manufacturas, automóvil, electrónica o química.

En los países industriales bajó la producción por la crisis económica, pero al recuperarse la demanda, la flexibilidad del sistema de jornada reducida permite mantener una plantilla cualificada y retomar la producción normal, algo que no parece que vaya a suceder en nuestro país con el ladrillo.

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