Garicano advierte: el mundo laboral en Europa sufrirá terremotos.

La tertulia de Europa en suma con Luis Garicano, candidato de Ciudadanos a las elecciones al Parlamento Europeo.

Garicano se presenta como europeísta convencido. Estudió en Brujas en los años 90, ha vivido en varios lugares de Europa y trabajó para Eurostar. Todo lo que he aprendido en mis viajes, dice, es para esto, para dedicarme a Europa, lo que además, subraya, es más divertido que el Parlamento español.

Cuando ves el movimiento populista, añade, los o las Le Pan, Farage u Orbán te das cuenta de que están buscando destruir la paz y la prosperidad en el continente, la mejor era, indica, desde Marco Aurelio.

El candidato de Ciudadanos estima que el movimiento  populista tiene que ver con el cambio tecnológico y sus consecuencias. La automatización repercute sobre el mundo del trabajo. El trabajo manual, repetitivo está siendo sustituido. Antes, precisa, el cambio tecnológico sustituía a personal menos cualificado, pero ahora se está  reemplazando a la gente de en medio, en empleos como el de médicos, abogados o auditores.

El resultado es que un tercio de la gente tiene ansiedad; mis hijos no van a vivir mejor que yo. Ese es el caldo de cultivo del populismo. En cada país, en Francia en los EEUU o en Hungría hay que buscar una razón distinta. En  Hungría no hay inmigración y Orbán ha armado con revuelo con este tema. Y cuando tienes miedo te refugias en la tribu. En los EEUU se votó a Trump porque el empleo rutinario, por ejemplo, el de conductor de camiones, que es el que más puestos de trabajo ocupa allí, está en peligro.

Recuerda Garicano que de las veinte compañías más poderosas del mundo en Internet, once son estadounidenses  y el resto, chinas. En Europa no tenemos ninguna en la lista. El oro del futuro, precisa, son los datos, los big data. En China, el gobierno da subsidios a la electricidad, pero, a cambio, Pekín controla los datos. Nosotros se los estamos regalando a los norteamericanos.

Europa tendría que ponerse las pilas, dice, pero no tenemos formación para los puestos de trabajo que se piden hoy, y expone casos concretos de búsqueda de programadores en Málaga o en Gijón. No hay.

(Un inciso. Un diario digital titula que Indra ha dejado de cubrir 800 puestos de trabajo por falta de mano de obra cualificada. Un comentarista afirma que sí hay trabajadores con formación, lo que no hay es salarios adecuados)

Seguimos con Garicano. La educación, asegura, comete un error: está dedicada a lo memorístico. Habría que dar prioridad a las habilidades digitales. Me frustran, reconoce, las campañas electorales porque no hablamos de las cosas fundamentales, y en el apartado del empleo en Europa, va a haber terremotos.

En la tertulia surge la pregunta: ¿vamos a avanzar o a retroceder en la integración europea?

Yo estoy de acuerdo, afirma Garicano, en la propuesta de Macron, la Europa de los clubs, como lo estanos viendo. Un país acepta algo, pero se niega en otro apartado. De hecho el euro es un club al que no todos pertenecen. No podemos ir todos hacia adelante, ni todos hacia atrás. Por cierto, precisa, la actual construcción del euro no se sostiene, no aguantará la próxima crisis.  

El candidato de Ciudadanos reconoce que la vieja época del Mercado Único era de tecnócratas, pero ahora, cuando tocas la inmigración, la  política fiscal o la soberanía, es cuando estas tocando los puntos sensibles.   

Entrando en cuestiones más nacionales y de cara al futuro, Garicano recuerda que nuestro país tendrá la esperanza de vida más alta del mundo dentro de 20 años. El problema será quién va a pagar las pensiones con la natalidad que tenemos, la baja tasa de reposición. Y el problema, afirma,  si se rompe España, será el de la Caja de la Seguridad Social, olvídense de las banderas.  El sistema de pensiones vasco ya está en rojo y déficit queda cubierto por el Estado. Tenemos un problema. En el País Vasco, primero se paga la Ertzaintza, lo primordial para ellos, y con lo que queda se paga lo que se puede.

Bien, tenemos un bonito panorama, europeo, nacional y regional. Ánimo.

Nota de la Redacción:

Tertulia marzo 1Mucha gente, no solo los mayores, ya jubilados, sino muchas personas de mediana edad y jóvenes no dotados de las habilidades necesarias se sienten arrollados por los nuevos tiempos tecnológicos. Recuerdan a la denuncia de Don Quijote que citaba el fallecido Ferlosio, referida entonces a las novedosas armas de fuego que iban a acabar  con la noble caballería y que hoy habría que aplicar a la nueva revolución tecnológica, en la que añoramos los viejos tempos en los que había crecimiento y empleo: “aquellos s benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería, a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención”

Tiempos endemoniados, leemos en otro artículo, en el que  Netflix, una empresa en huida hacia adelante, fuertemente endeudada, que intenta arrasar el mercado como hizo en su apartado Amazon, encadena las series de manera diabólica  para que el espectador se quede pegado a la pantalla.

El aparentemente brillante ex presidente Obama decía en 2014 a un grupo de chavales en una charla en Wisconsin  que tendrían más futuro si se dedicaban a las habilidades tecnológicas que, por ejemplo, a esa vieja historia de las Humanidades.

Bien, dediquémonos todos al Futuro, a la Gran Revolución Tecnológica que eliminará cientos de millones de empleos y dará el poder a tres o cuatro gigantes cibernéticos conectados con los grandes Fondos de inversión que son los que mandan o van a mandar.

Difíciles tiempos que tienen que afrontar los políticos, una clase progresivamente autodegradada y con programas volátiles. Las próximas elecciones al Parlamente europeo, se dice, son históricas. ¿O quizá no tanto?

Decía un profesor en la tertulia  que sí hay gente formada en nuestro país. El problema, señalaba, es que los mejores se van fuera, a Europa. Son europeístas, no convencidos sino prácticos. Es el sálvese quien pueda. Admirable Europa que todavía genera empleos. Nosotros, no tanto.

N. de la R. II: La gente es buena. Si vas a la oficina de Correos para solicitar el voto por correo verás que están llenas de solicitantes. La gente es buena, va a votar, quiere votar. ¿A quién? En Ucrania, en vez de a la copia, han apoyado al original, a un payaso. Cuidado.

 

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