Apuntes y reflexiones del coloquio CRACK ENERGÉTICO: En busca de la autosuficiencia.

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Con el único ánimo de continuar el debate, recogemos aquí las reflexiones y propuestas formuladas por ponentes y asistentes al coloquio celebrado el 6 de julio. En modo alguno se pueden interpretar como conclusiones de consenso, sino aportaciones para el debate. Europa en suma, como asociación plural, no tiene una posición definida al respecto. “El crack energético, en busca de la autosuficiencia” tuvo lugar el 6 de julio de 2022. Estuvieron en la mesa, Carmen Becerril (presidenta del Operador del Mercado de la Electricidad), Yolanda García Mezquita (directora adjunta de la Dirección General de la Energía de la Comisión Europea), Juantxo López de Uralde (diputado de Alianza Verde, Unidas-Podemos, presidente de la Comisión parlamentaria de Transición Ecológica) y Aurelia Mañé Estrada (profesora de Historia Económica y Economía Política de la Energía en la Universidad de Barcelona). Actuó de moderador Paco Audije, periodista y socio de Europa en Suma.

 

  1. La guerra de Ucrania ha interrumpido la senda “apacible” hacia la llamada transición verde.
  • El abandono progresivo de los combustibles fósiles está en una situación de parada técnica, tras la invasión de Ucrania. La UE ha asumido que su autosuficiencia energética es hoy mismo difícil, si no imposible.
  • Los consensos previos sobre la necesaria lucha contra la crisis del clima, derivados de la COP (París), parecen estar políticamente congelados.

 

  1. Factores de base que impactan en la situación energética.
  • Ante toda política energética hay que contar siempre con tres elementos de base: el equilibrio medioambiental de los recursos, el impacto de la capacidad energética en la economía y la estabilidad y/o seguridad de los suministros. Cada uno de ellos puede tener un mayor o menor relieve en crisis y momentos distintos (Carmen Becerril).
  • En 1973, durante el conflicto del petróleo y la crisis del Yom Kippur, el foco se situó en la inseguridad de los suministros.
  • La implicación medioambiental era decisiva antes de la guerra de Ucrania, que ha desplazado ahora la mirada de nuevo hacia la seguridad energética.
  • A partir de junio de 2022, hubo un salto del precio de la electricidad. Ese salto es anterior a la guerra de Ucrania.
  • La apuesta por las energías renovables surge hace más de dos décadas, pero en España en 2019, el petróleo seguía contando con un 44,5 por ciento del total; el gas, un 24,5%. Las renovables un 14,3%, un porcentaje discreto; la energía nuclear, un 12,1%. El resto es aún consumo de carbón y otros orígenes de menor importancia (Carmen Becerril).
  • Después ha habido en España un aumento creciente de los porcentajes de producción energética total sin emisiones de CO2 (renovables e hidráulica).
  • Hay que contar siempre con elementos coyunturales. En 2022, la sequía. En España, durante los seis primeros meses de 2022, la energía eléctrica de procedencia hidráulica ha bajado del diez al 6 por ciento del total (Becerril).
  • Los precios que pagan los distintos consumidores europeos por la electricidad no son los mismos, pero todos los ciudadanos de la UE comparten la misma problemática. Tenemos que buscar soluciones juntos.
  • En la península Ibérica, la apuesta es firme y está previsto que tengamos precios más bajos que Francia o Alemania. Será así si vamos abandonando el petróleo y el gas (Becerril).

 

 

  1. La crisis del clima sigue agravándose día a día.
  • La guerra de Ucrania ha puesto de relieve nuestra dependencia de los suministros exteriores. Ahora se restringe el comercio del gas ruso, pero la UE se abre a los suministros procedentes del fracking (gas de esquisto) en EEUU. “Se trata de una producción muy dañina medioambientalmente, inaceptable”. (López de Uralde).
  • Con independencia de que haya o no un conflicto bélico en el Este de Europa, seguimos recibiendo señales muy potentes del cambio climático. Ejemplo: la fusión de los glaciares alpinos.
  • La pandemia y la guerra de Ucrania desvían nuestra mirada de la crisis climática, ante la que no siempre respondemos adecuadamente. Ejemplo: voto del parlamento europeo amparando el porvenir del gas y de la energía nuclear. “La energía atómica no tiene nada de sostenible. Calificar el gas como verde es disparatado. Es un triunfo de los lobbies. Además, ¿cuánta energía renovable puede producirse con los costes de una central nuclear? No es sólo cuestión de seguridad y de los residuos. En España, la mitad del uranio procede de Rusia. La energía nuclear no sirve para resolver lo que queremos resolver”. (López de Uralde).
  • “Es precisa una mayor presencia pública que contrarreste los impactos del oligopolio eléctrico” (López de Uralde).
  • Greenpeace planteó planes para el aumento de las renovables hace una década con el objetivo de la autosuficiencia. Ejemplo: en Dinamarca, se plantea multiplicar por cinco la eólica marina y que no se utilice gas fósil en 2035. Es imprescindible tener clara la hoja de ruta de la energía sin emisiones de CO2 (López de Uralde).

 

  1. La Unión Europea fue la primera en suscribir los objetivos de la COP (París) de reducción de gases de efecto invernadero.
  • La UE asumió sus objetivos de descarbonización total en 2050, con una etapa intermedia en 2030 (reducción de al menos un 55%). No es una simple declaración, sino que fue aprobado en forma de ley obligatoria para los 27 estados miembros (García Mezquita).
  • La escalada de precios que castiga a todos los consumidores europeos empezó antes de la guerra de Ucrania. La UE es energéticamente vulnerable. Constatamos aún más que antes que el gas es un arma geopolítica: aún importamos de Rusia el 54% del carbón, el 29% del petróleo y casi el 45% del gas (García Mezquita).
  • Aumentar la autosuficiencia de la UE pasa por incrementar la producción de las energías renovables autóctonas y la austeridad energética (Ley europea del Cambio Climático y Pacto Verde).
  • Objetivos de la Comisión Europea: acelerar la transición y diversificar los suministros del gas, que no podemos suprimir de repente. “El camino fue aprobado el 18 de mayo. Consiste en el desarrollo de la energía solar, la eólica, etcétera; pero también tenemos que poner el foco en el biometano, el biogás y el hidrógeno renovable. Contribuiremos así a la descarbonización de la industria y los transportes” (García Mezquita).
  • Hay que impulsar la participación social (comunidades energéticas de energía solar). Autoproducción de los consumidores.
  • No hay que olvidar el equilibrio con la naturaleza, la necesidad de acelerar el cambio y de simplificar los permisos administrativos.
  • Los fondos europeos inciden en esos objetivos (Plan de Recuperación). “Al menos un 37% de esos fondos deben ir dirigidos a luchar contra el cambio climático. Eficiencia energética y renovación en los edificios, lucha contra la pobreza energética”. “La guerra es una oportunidad que puede forzar la renovación energética” (García Mezquita).

 

  1. Tras la dependencia energética, relaciones de poder
  • El contexto define siempre el nivel de autonomía energética. Las relaciones de poder siempre están detrás de la energía. El contexto define socialmente para quien son los precios bajos, altos y/o excesivos. “Ejemplo: decimos que dependemos del gas ruso, pero no que Francia, potencia de la energía nuclear, importa el uranio de Níger, Kazajstán y también de Rusia” (Mañé Estrada).
  • Por ahora, no podemos sustituir las importaciones de gas ruso. Hoy, para la UE, son de unos cien BCM (billion cubic metres/millardos en español). Es muchísimo. Para sustituirlo, tendríamos que poner en explotación y comprar gas procedente del fracking en EEUU, Argelia y otros países. Sabemos que el fracking (gas de esquisto) es muy contaminante. Y a esa polución debemos añadir la de su transporte mediante metaneros. No es sostenible a largo plazo. El fracking es muy invasivo y mucho más caro (Mañé Estrada).
  • En el mercado se está negociando ya más natural licuado que el gas por tierra (ruso) que llega por los gasoductos, con continuidad territorial. El otro, llega por barco tras ser licuado y después regasificado.
  • Hay una transformación del comercio internacional del gas y de las relaciones de poder. “Sí, estamos, en una situación parecida a la de 1973, con la creación de la OPEP y de la AIE. Creo que ahora se está reconfigurando el mercado internacional de la energía, cuando todo el petróleo se empezó a pagar en dólares. Se disputa más la economía que la transición energética” (Mañé Estrada).
  • Ni la guerra de Ucrania, ni la del Yon Kippur, tienen su origen en la energía; pero reconfiguran el contexto energético.
  • El gas parecía consensual y un elemento de transición aprovechable (en sus estructuras) para la transición hacia el hidrógeno. La guerra de Ucrania ha roto ese consenso. Europa se dispone a un discutible repliegue hacia el carbón, etcétera, mientras hay países que disponen del poder y la capacidad de enriquecer el uranio. Hablamos de los países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad (Mañé Estrada).
  • Hay un retroceso que va contra la idea misma de transición energética. Debemos pensar ahora cómo queremos llevarla a cabo. Si pensamos en términos de autonomía, de suministros, Europa debe reflexionar sobre el modelo de renovables que queremos. Los tiempos y los plazos nos presionan. ¿Cómo hacerlo? Ejemplo de renovables: “Mi opinión es que en caso europeo deberíamos tender hacia el modelo descentralizado del Energiewenden de Alemania” (Mañé Estrada).

 

  1. Materias primas, minería, metales y tierras raras, geotermia, conexiones interterritoriales… ¿Qué entendemos en algunos casos por energías verdes?
  • La tecnología necesaria para el desarrollo de las energías renovables no siempre es verde. Valoración de las posibilidades de las comunidades energéticas frente a la expansión creciente de las megainstalaciones fotovoltaicas, solares, eólicas.
  • La necesidad de determinados minerales y de tierras raras impulsa las explotaciones mineras a cielo abierto, muy destructivas medioambientalmente. Se citó a Guillaume Pitron quien ha estudiado y señalado “la cara oculta de las llamadas energías verdes” (Paco Audije).
  • La Ley de Minas de 1973 fue aprobada al final del franquismo, pero el voto del Congreso rechazó las propuestas de su modificación presentadas por el grupo Unidas-Podemos. “Como es natural, la ley de 1973 no tenía podía tener en cuenta la legislación medioambiental europea actual. Hoy las zonas protegidas deben serlo de verdad. Aunque sepamos que todas las formas de energía tienen un impacto, hay que tratar de que sea lo más reducido posible” (López de Uralde).
  • Las materias necesarias para las energías renovables están en manos de China, que controla las suyas propias y algunas procedentes de América Latina.
  • Durante la pandemia quedó claro que en Europa hay también una dependencia del cobalto, del litio, de minerales raros. etcétera. China dejó de enviar sus productos derivados y sus materias primas durante la pandemia. La UE fue consciente de esa otra dependencia. “Eso ha obligado a diversificar y al aumento de la diplomacia energética” (García Mezquita).
  • El consenso en la UE es difícil por la dispersión de las dependencias de cada Estado y por las diferencias de los 27 modelos de la UE. Se están acordando objetivos de eficiencia energética para pasar al 45% de energías renovables.
  • “Se trata de reducir el consumo y de diversificar la oferta” (Juan Cuesta).
  • Posibilidad de desarrollo de la energía geotérmica, una de las renovables que aparenta ser un recurso infinito procedente del suelo. “La realidad es que exige unas condiciones del subsuelo que están a nuestro alcance en pocos sitios de la geografía española” (Carmen Becerril).
  • Además del impacto de Ucrania, hay otros conflictos que impactan en el mercado de la energía (Congo, Yemen, etcétera).
  • Parte de los fondos europeos pueden perder su finalidad porque “no hay un verdadero plan energético de Europa” (Mañé Estrada).
  • Ante la energía nuclear, no podemos decir sin más que ya resolveremos en el futuro el problema de la energía nuclear. Por otro lado, “no hay una empresa dispuesta a construir una central nuclear en España. Es costosísimo” (Carmen Becerril).
  • “Hay que optar y saber si estamos dispuestos en la UE a pagar por el precio elevado que tendrá pasar de la situación actual hacia el capítulo renovables. Hay que avanzar poco a poco, buscando siempre la eficiencia energética.” (García Mezquita).
  • “Hay decisiones de protección de los consumidores y de la industria que son difíciles de tomar, sobre el carbón, etcétera. Estamos preocupados por lo que pueda suceder el próximo invierno” (García Mezquita).
  • Es preciso acelerar las interconexiones energéticas europeas. Las infraestructuras deben asegurar la participación ciudadana para que haya una transición justa.
  • Varios ponentes insistieron en la necesidad de profundizar en la eficiencia energética. “Una de las grandes apuestas es el ahorro energético. Por ejemplo, la renovación de edificios, así como la renovación de los proyectos industriales” (Carmen Becerril).
  • Hasta ahora ha habido un predominio del extractivismo de las materias primas. Hoy quizá seguimos replicando sistemas controlados por megaproyectos que nos hacen más vulnerables. “El modelo energético debería ser una elección social” (Mañé Estrada).
  • Europa va demasiado lenta en la renovación de sus fuentes de energía. La UE tiene que liderar el cambio ante la crisis climática. No sólo por la guerra de Ucrania, sino porque necesitamos una estrategia de “luces largas” intentando evitar el regreso a modelos del pasado.
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