Regulación de las plataformas sociales como servicios de interés económico general

Contenido publicado originalmente en Periodismo Global, la otra mirada.

redes socialesAsí que Facebook guarda los registros de todas mis llamadas y sms… ¡Me doy de baja!

Esta fue mi reacción, borrar mi cuenta de Facebook, como han hecho miles de personas (#deletefacebook) en protesta por el escándalo de Cambridge Analytica: los datos de 50 millones de perfiles en manos de una compañía de estrategia electoral, decisiva para la victoria de Trump (y parece que también para el Brexit). Finalmente, no lo he hecho. Dedico muy poco tiempo a Facebook, pero tengo algunos contactos que perdería si saliera de la plataforma.

Dicho en téminos no personales: las plataformas tecnológicas se han convertido en un elemento esencial de sociabilidad, crean las distintas burbujas comunicativas de las que dependemos para nuestras relaciones sociales y profesionales… y de las que recibimos una parte esencial de la información que  construye nuestra percepción de la realidad. Y todo ello gobernado por unos algoritmos, diseñados para promover el máximo beneficio para estas empresas tecnológicas. Podemos desconectarnos, pero corremos el riesgo de quedar al margen del pálpito de nuestra sociedad (mejor sería decir, de nuestras diversas comunidades).

Aldo Moro, cuatro décadas después

Aldo Moro AnefoAldo Moro AnefoHace unos pocos días hizo 40 años. Aldo Moro fue secuestrado después de que un comando de la Brigadas Rojas (formado por una decena de personas) asesinara a sus cinco escoltas. Moro se dirigía a un debate parlamentario en el que el gobierno encabezado por Giulio Andreotti (democristiano, como él) iba a someterse a una moción de confianza… con el apoyo del Partido Comunista Italiano (PCI), del que era secretario general Enrico Berlinguer.

ra la plasmación de la apuesta estratégica por el “compromiso histórico”. Para Moro, esa idea -equivalente al establecimiento de un gobierno de concentración nacional entre los dos partidos que dominaban la política italiana desde el final de la II Guerra Mundial- era muy sugestiva. Se abriría así una etapa nueva de apertura social y de colaboración de la Democracia Cristiana (DC) de Moro y Andreotti con el PCI, el mayor partido comunista de Europa Occidental. Entonces, la inclusión de partidos comunistas en gobiernos europeos era un tema tabú en países –como Italia- miembros de la OTAN.

En aquel 16 de marzo de 1978 –fecha precisa del secuestro de Aldo Moro- el Partido Comunista Italiano de Berlinguer había tomado algunas distancias respecto a la URSS y al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Con el PCE español y el PCF francés (éste más dubitativo en esa línea de distancia práctica hacia el Kremlin), el PCI caminaba ya por “la senda del eurocomunismo”: los soviéticos ya no podían ser la luz que iluminaba a los comunistas occidentales.

De modo que la idea era que el PCI apoyara aquel gobierno encabezado por Andreotti sin llegar a participar en el mismo; es decir, sin que hubiera ministros comunistas. Finalmente, tras varias filigranas políticas y anuncios contradictorios, el PCI se abstuvo en el voto de la moción de confianza. Se acababa de saber que las Brigadas Rojas (BR) habían secuestrado a Moro tras asesinar a sus escoltas.

Parlamento Europeo

El Parlamento Europeo examina esta semana la reforma del mercado del gas y el aumento de la desconfianza hacia las vacunas en la UE. Además, los eurodiputados analizan la protección de las víctimas de terrorismo. Agenda: http://bit.ly/2HMt9ck

El Parlamento Europeo examina esta semana la reforma del mercado del gas y el aumento de la desconfianza hacia las vacunas en la UE. Además, los eurodiputados analizan la protección de las víctimas de terrorismo. Agenda: https://t.co/m51qYZHBBY pic.twitter.com/3L7twWnHY3 — Parlamento Europeo (@PE_Espana) 19 de marzo de 2018

Rusia y su objetivo de desestabilizar con “fakes news” . La UE prepara una gran contraofensiva

UERusia tiene como objetivo desestabilizar Europa y desmotivar el voto en las elecciones de 2019. A las noticias falsas se unen ahora los fake videos, que pretenden transformar la opinión pública. La UE quiere lanzar una gigantesca campaña de comunicación.

El poderoso complejo ruso de fabricación de bulos o noticias falsas (fake news) tiene como primer objetivo la desestabilización de Europa. Así lo manifiestan diversas fuentes de las instituciones de la Unión Europea, que exhiben centenares de ejemplos de una ofensiva recrudecida a partir del brexit y que ha tenido picos de gran intensidad con ocasión de los diversos procesos electorales de Holanda, Francia, Austria, Alemania e Italia, así como con ocasión del procés y el referéndum ilegal en Cataluña del 1 de octubre pasado.

La UE teme especialmente la campaña inminente que sospecha lanzarán los intoxicadores rusos en las elecciones al Parlamento Europeo de 2019. Unos comicios que traducirán en escaños la nueva realidad del continente, jalonada por el impacto de la salida del Reino Unido, las heridas causadas por la crisis de los refugiados y los desafíos del ultraproteccionismo comercial de Estados Unidos.

TOP