Polonia: el ‘sorprendente’ veto del presidente Andrzej Duda
- Creado: Miércoles, 29 Diciembre 2021 07:24
- Publicado: Miércoles, 29 Diciembre 2021 07:24
- Escrito por Paco Audije
Publicado originalmente en Periodistas-es.com
El presidente polaco, Andrzej Duda, ha vetado una ley aprobada el día 17 de diciembre en la Dieta (parlamento de Polonia), que tenía como objetivo oficial impedir que empresas no europeas tuvieran una participación mayoritaria en los medios de comunicación del país. El discurso gubernamental habla de repolonizar las empresas mediáticas.
El texto legal fue promovido por el partido del gobierno, el PiS (Prawo i Sprawiedliwość, Derecho y Justicia), que encabeza el católico ultraconservador Jaroslaw Kaczyński, líder verdadero de la mayoría parlamentaria y de la derecha dura polaca. Cabe recordar que Jaroslaw Kaczyński fue primer ministro de Polonia durante un período (2006-2007) en el que el presidente era su hermano gemelo LechKaczyński, fallecido después en un accidente aéreo en 2010. Los dos hermanos eran gemelos por familia; también políticamente, por sus ideas políticas retrógradas y nacionalistas.
En principio, el veto del presidente Duda resulta interesante porque él mismo ha sido un colaborador estrecho de los hermanos Kaczyński y fue elegido presidente (incluso para un segundo mandato) con el apoyo firme del PiS, del que fue anteriormente portavoz. Duda también forma parte de esa corriente de ultraconservadores de países del Este de Europa, que afirman que existe una «ideología LGT que es una nueva forma de comunismo» dentro de una Unión Europea a la que Polonia pertenece. Según esa propaganda ultra, las instituciones de Bruselas se parecen al Kremlin en tiempos de Leonid Brézhnev y de la extinta Unión Soviética. Nada menos.
La ley vetada parece tener como objetivo mayor doblegar al grupo estadounidense Discovery, que tiene una participación estratégica en la TVN, uno de los grupos privados de televisión de Polonia. La mira del PiS está puesta sobre todo en la cadena TVN24, de información continua, porque la considera demasiado crítica con los derechistas polacos. Oficialmente, el gobierno de Varsovia afirma que únicamente quiere proteger a los medios polacos ante otros grupos del exterior, que podrían tener lazos con «grupos del narcotráfico», China o Rusia.
Tanto la UE como EEUU habían criticado los términos de la nueva ley mediática impulsada por el PiS. Paradójicamente, el presidente Duda ha dejado claro que en principio él está de acuerdo con la propuesta de su viejo partido (oficialmente, ahora no puede pertenecer al PiS por razones de su posición institucional), pero considera que existe una preocupación genuina de los inversores internacionales y que Polonia «no necesita un nuevo conflicto, ni nuevos problemas, porque ya tiene demasiados».
Además de la situación militar muy tensa con Rusia -sobre todo en las fronteras de países vecinos- Polonia tiene múltiples conflictos políticos y jurídicos con las instituciones europeas. La semana pasada se inició un procedimiento que podría terminar en sanciones de la UE, tras la decisión del Tribunal Constitucional polaco de afirmar su primacía ante determinadas sentencias o posturas del Tribunal de Justicia de la UE.
El presidente Duda no ha querido añadir más quiebras a la relación con la UE, después de que la Comisión Europea alzara el tono para subrayar que la ley vetada pone «en grave peligro la libertad y el pluralismo mediáticos». Desde Washington, había llegado a Varsovia una petición expresa para que Duda utilizara su derecho de veto, máxime tratándose de los intereses de un gran grupo global norteamericano: Discovery está vinculada al antiguo monopolio telefónico de Estados Unidos (AT&T) y a su subsidiaria WarnerMedia (a su vez subsidiaria de Warner Bros). Ese conglomerado tiene cadenas e intereses en varios países de lengua inglesa, pero también en otros de la UE, de modo que no parece difícil saber donde está el motivo principal de las presiones internacionales para que Duda haga uso esta vez de su derecho de veto. Además, resulta difícil creer que ha actuado por su cuenta y sin debatirlo con su mentor político, Jaroslaw Kaczyński.
Hace pocos días, el pasado 19 de diciembre, miles de polacos se manifestaron a los gritos de « ¡Queremos un veto ! » y « ¡Queremos medios libres ! ».
En Polonia, la democracia se ha debilitado enormemente. Los retrocesos del derecho al aborto son de tal nivel, que el movimiento feminista polaco lo considera casi anulado en la práctica por la mayoría reaccionaria que gobierna del país. En este asunto, el debate público persiste y se agudiza. Hay una movilización constante de quienes recuerdan que en Polonia el aborto fue libre y gratuito hasta los años finales del siglo XX.
El control gubernamental progresivo de los medios, incluida naturalmente la RTP, la radiotelevisión pública, sigue el modelo impuesto por Viktor Orbán en Hungría, donde la democracia ha quedado convertida en una caricatura. Excepto el diario Gazeta Wyborcza, así como otros medios menores, en algunos casos vinculados al citado periódico, la pluralidad polaca está ensombrecida por la voluntad de control de los ultraconservadores.
En las clasificaciones mundiales relativas a las libertades de prensa y expresión, Polonia ha bajado decenas de posiciones, desde que en 2015 el PiS asumiera de nuevo el gobierno de Varsovia.
Pero el caso no ha terminado: la ley vetada volverá a ser debatida en la Dieta, que puede cambiar algunos de sus elementos o doblegar el veto presidencial mediante una votación mayoritaria que supere los dos tercios de los diputados.