Hacia una economía eficiente de defensa y seguridad en Europa
- Creado: Miércoles, 29 Enero 2025 21:24
- Publicado: Miércoles, 29 Enero 2025 21:24
- Escrito por Jesus Lizcano. Catedrático de la UAMy socio de Europa en suma
La Unión Europea se encuentra ahora en un momento singularmente importante en lo relativo al presente y el futuro de sus políticas estratégicas y presupuestarias relacionadas con la Defensa y la Seguridad. En un marco de inestabilidad derivado de los conflictos bélicos existentes y el debate abierto a nivel internacional sobre la eventual necesidad de un mayor esfuerzo económico en este terreno por parte de la mayor parte de los países miembros de la UE (incluido el nuestro) adquiere especial relevancia la urgente necesidad de dirigirnos hacia una Economía más integrada y eficiente en este ámbito de la Defensa europea.
Al margen de un posible incremento cuantitativo de los recursos presupuestarios en algunos países (derivado en buena medida de las recomendaciones/exigencias en ese sentido por parte de los mandatarios de la OTAN y de Estados Unidos), en nuestra opinión resulta tan necesario como urgente el desarrollo de medidas coordinadas a nivel supranacional que logren aumentos de eficiencia en la estrategia de defensa y seguridad de la Unión Europea, y para ello se requiere una planificación integral, una mayor cooperación entre los países de la UE y un uso más inteligente de los recursos militares disponibles actualmente en la Unión Europea, incluso en el ámbito más amplio de la OTAN.
Recordemos, en primer lugar algunos conceptos importantes en este ámbito, como es el propio concepto de Eficiencia, que en general se refiere en el ámbito económico a la relación entre los outputs (productos, bienes o servicios) obtenidos en un proceso, y los inputs (recursos materiales y humanos) usados o aplicados para la obtención de esos outputs. Además de la Eficiencia, hay otras tres “E” también importantes, y que han de ser principios u objetivos importantes en cualquier proceso de actividad, sea económica, industrial, militar, etc. Nos referimos al principio de Economía (ahorro en los precios de compra de los inputs, por ejemplo, por medio de licitaciones públicas), al principio de Eficacia (nivel de consecución de los objetivos económicos o presupuestarios), y el principio de Excelencia, relativo al nivel de calidad logrado en los bienes o servicios producidos. Todos estos principios (las cuatro "E") deberían ser referencias permanentes en las actuaciones políticas y económicas relacionadas con la defensa y la seguridad europeas, de cara a una optimización de recursos y a un fortalecimiento de la capacidad de respuesta conjunta en caso necesario.
En este ámbito económico hemos de hacer referencia, por otra parte, a la necesidad de lograr en la política militar europea tanto Economías de escala como Economías de alcance. Las Economías de escala se producen cuando se acuerda por diversos países producir conjuntamente grandes cantidades de unos mismos equipos, instalaciones o sistemas de armas, o bien agruparse para la adquisición conjunta de bienes o servicios relacionados con la defensa, todo ello para reducir los costes unitarios de producción o de compra. Como estrategias específicas para lograr estas economías de escala podemos hacer referencia a algunas de ellas: 1) Cooperación industrial, fomentando la colaboración productiva entre empresas y centros de investigación de diferentes países de cara al desarrollo conjunto de tecnologías militares. 2) Adopción de estándares comunes para la fabricación coordinada de equipos y sistemas militares, facilitando la interoperabilidad y reduciendo así la fragmentación del mercado. 3) Centralización de recursos logísticos, compartiendo bases militares, infraestructuras y sistemas de transporte entre países miembros para reducir costes operativos, así como optimizar los costes de la distribución de suministros. 4) Centralización de funciones, concentrando en una única Agencia (que sería una verdadera Agencia Europea de Defensa) las funciones de planificación, programación, adquisición y gestión de los proyectos militares, lo cual permitiría una mayor eficiencia y coordinación internacional. Esta agencia podría negociar el nombre de todos los países miembros, obteniendo además mejores condiciones (de calidad y de precio) en las adquisiciones.
En resumen, las medidas anteriormente mencionadas podrían contribuir a una mayor eficiencia y autonomía estratégica en nuestra región en relación con la seguridad y la defensa, ya que una industria de defensa europea más fuerte y eficiente permitirá a la Unión Europea reducir su dependencia de terceros países, y le podrá proporcionar un mayor peso geopolítico en el escenario internacional.
Y para avanzar en este terreno lo que se necesita en estos momentos es, en definitiva, un mayor esfuerzo de diálogo, entendimiento y coordinación entre los países miembros de la Unión Europea, de cara a conseguir un mayor protagonismo y empoderamiento en el campo de la Defensa y la Seguridad, aprovechando simultáneamente para un fortalecimiento y muestra ante la comunidad internacional de sus niveles de moderación, tolerancia y respeto a las libertades y derechos de los ciudadanos.