Hacia una verdadera defensa europea:Medidas urgentes
- Creado: Lunes, 03 Marzo 2025 17:02
- Publicado: Lunes, 03 Marzo 2025 17:02
- Escrito por Jesus Lizcano. Socio de Europa en suma
La Unión Europea se enfrenta actualmente a unos importantes desafíos estratégicos de seguridad y defensa que requieren una respuesta unificada y coordinada, con la adopción urgente de una serie de actuaciones y procedimientos jurídicos, económicos, tecnológicos e institucionales que permitan una respuesta eficaz y eficiente a las amenazas comunes, un fortalecimiento de la soberanía colectiva y una optimización de los recursos disponibles. Es necesario el logro de una Fuerza de Defensa Europea permanente, e incluso unas Fuerzas Armadas Europeas, compuestas por unidades militares de los Estados miembros que puedan actuar y desplegarse rápidamente en caso de crisis o conflicto, y todo ello, con un importante nivel de autonomía estratégica y operativa, aunque sin descuidar la eficaz y permanente coordinación práctica con la OTAN.
En las siguientes líneas describimos un conjunto de medidas y decisiones que entendemos urgentes para responder a este importante desafío de una Defensa Integrada en Europa. Vamos a distinguir a tal efecto siete importantes ámbitos de actuación: 1) Ámbito jurídico e institucional. 2) Financiero y fiscal. 3) Económico e industrial. 4) Tecnológico y científico, 5) Internacional 6) Militar y operativo, y 7) Social y participativo.
1) Ámbito jurídico e institucional.
a) Sería necesario crear un Consejo Europeo de Defensa y Seguridad, compuesto tanto por los Ministros de Defensa como de Asuntos exteriores de los Estados miembros, de cara a coordinar adecuadamente las políticas, estrategias y decisiones en materia de defensa y seguridad. b) Elaboración de un Libro Blanco de Defensa Europeo, que establezca una visión estratégica común, identifique amenazas y desafíos, y defina prioridades para la cooperación en defensa. c) Derivado de ese Libro Blanco sería necesario crear un Plan de Acción Europeo de Defensa, que traduzca las prioridades del Libro Blanco en iniciativas concretas, como programas de investigación y desarrollo conjuntos, adquisición colectiva de capacidades y cooperación en la defensa. d) También sería necesaria la creación de un Programa Europeo de la Industria de Defensa, dirigido a apoyar la competitividad y la innovación de la industria de defensa europea, así como para fomentar la cooperación entre empresas e instituciones públicas. e) A un nivel más operativo sería también necesario crear una Agencia Europea de Defensa, que actúe como coordinadora central de las políticas de defensa, adquisiciones y desarrollo tecnológico, lo cual armonizaría las necesidades operativas y la gestión de programas conjuntos, evitando duplicidades y disfunciones. Todas las anteriores medidas jurídicas e institucionales permitirían avanzar hacia una eficaz política de defensa y seguridad común que alinearía y coordinaría así los esfuerzos y los recursos invertidos por todos los Estados miembros en esta materia.
2) Ámbito financiero y fiscal.
Sería tan importante como urgente crear de forma explícita e independiente un Presupuesto Común de Defensa, gestionado por la propia Unión Europea, y que garantizaría una asignación equitativa de recursos frente a las amenazas más apremiantes, y permitiendo financiar proyectos estratégicos y reducir duplicidades. En este plano presupuestario sería importante lograr una mayor homogeneización en los presupuestos de defensa nacionales y que lo antes posible llegaran todos los países a un objetivo mínimo del 2 % del Producto Interior Bruto. A estos efectos sería importante incrementar el Fondo Europeo de Defensa ya existente para apoyar los proyectos militares colaborativos y la adquisición conjunta de equipos y capacidades de defensa. En este terreno financiero sería importante explorar mecanismos de financiación innovadores, tales como la emisión de Bonos de Defensa Europeos, que permitirían una obtención mancomunada de recursos financieros (de forma similar a los Fondos Next Generation), a un coste claramente inferior al existente en los mercados, y con una mayor garantía conjunta. Por otra parte, sería importante establecer incentivos económicos y fiscales para que empresas e instituciones participen en proyectos de defensa comunes europeos, fomentando la colaboración industrial y tecnológica en el sector de la Defensa, y fomentando la cooperación a la vez que reduciendo la fragmentación económica y operativa.
3) Ámbito económico e industrial.
Sería importante, en primer lugar, potenciar un Mercado Único de Defensa, para facilitar así el comercio de equipos y servicios de defensa entre los Estados miembros y reducir las barreras a la cooperación industrial. Por otra parte, sería muy conveniente fomentar las Economías de escala, mediante la adquisición conjunta de armamentos, tecnología militar y sistemas de defensa de cara a lograr no solamente una evidente reducción de costes en las compras, sino también un adecuado nivel de interoperabilidad entre las fuerzas armadas de los Estados miembros, así como una estandarización en las adquisiciones. También sería conveniente un análisis detallado de las posibles duplicidades y disfunciones actualmente existentes entre los instalaciones y ejércitos de los Estados miembros, de cara a optimizar la inversión en investigación, desarrollo y mantenimiento. En el terreno de la autonomía sería importante una diversificación de las cadenas de suministros, asegurando un suministro estable de materiales críticos, como tierras raras, fundamentales para la producción de tecnologías de defensa, lo cual reduciría además la dependencia de proveedores externos.
4) Ámbito tecnológico y científico.
En este ámbito sería urgente una armonización de los estándares tecnológicos militares y de seguridad, ya que la falta de estándares comunes en equipos y sistemas militares dificulta la interoperabilidad y la esencial eficacia en las operaciones conjuntas. También sería necesaria la creación de una Agencia Europea de Inteligencia que pudiera centralizar y coordinar las operaciones de inteligencia, estableciéndose además una Estrategia europea de Ciberseguridad, que llegue a proteger eficazmente las infraestructuras críticas y permita una adecuada coordinación en la respuesta a eventuales ciberataques. Esta agencia se centraría, además, en el desarrollo de tecnologías críticas para la defensa, y un uso óptimo de la Inteligencia Artificial y los sistemas autónomos de defensa. La Inteligencia Artificial puede desempeñar un papel crucial en la defensa mediante el análisis predictivo de amenazas, la ciberseguridad y la automatización de operaciones estratégicas, así como el desarrollo de sistemas interoperables de comunicación, inteligencia y defensa.
5) Política exterior e internacional.
En este ámbito será importante una estrategia global de defensa por parte de la UE integrando la seguridad y la defensa con otras políticas, como la política exterior, la cooperación al desarrollo y la gestión de las crisis. Sería importante igualmente un reforzamiento de la cooperación con la OTAN, reconociendo el papel central de esta organización en la protección recíproca y defensa colectiva de Europa y la importancia de una relación trasatlántica sólida. También sería necesario fortalecer la cooperación con socios internacionales, como las Naciones Unidas, la Unión Africana y otros actores regionales, así como fortalecer FRONTEX, ya que en los últimos años parece evidente que esta agencia de fronteras y guardacostas de la UE debería contar con mayores recursos y competencias para proteger las fronteras exteriores.
6) Ámbito militar y operativo.
Una de las actuaciones más importantes en este ámbito sería crear un Mando Central Europeo, esto es, una estructura o mando único para las operaciones militares de la UE, similar al Cuartel General de la OTAN, que complementaría las fuerzas nacionales, y que además mejoraría la coordinación y eficacia en el terreno de las misiones conjuntas. También sería importante la creación de una Fuerza de Reacción Operativa Europea, que pudiera despegarse rápidamente en caso de crisis, así como profundización en la Cooperación Estructurada Permanente, el marco que permite a los estados miembros colaborar eficazmente en proyectos de defensa.
7) Ámbito de transparencia, educación y participación social.
En este ámbito, finalmente, sería muy importante fomentar el diálogo con los ciudadanos sobre los desafíos de seguridad que afronta la Unión Europea, involucrando y potenciando los debates sobre defensa a través de campañas de sensibilización. También sería conveniente promover programas educativos y de formación conjunta para los ciudadanos en temas de seguridad nacional e internacional.
En resumen, el camino hacia una Europa Integrada en Defensa es un proceso complejo, a la vez que urgente y necesario para la seguridad de la ciudadanía europea. Son numerosos los desafíos y las múltiples actuaciones y esfuerzos a realizar tanto económicos como tecnológicos e institucionales, y será fundamental en este contexto una intensa colaboración entre los Estados miembros, en base a un compromiso político firme de sus mandatarios para modificar la estructura y el funcionamiento de diversas instituciones de la UE y la industria de Defensa. Ello será la base, en definitiva, para que la Unión Europea pueda construir una defensa integral más fuerte, creíble y eficaz, que garantice la seguridad de sus ciudadanos y contribuya a la paz y la estabilidad internacionales.
*Jesús Lizcano Álvarez es Catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid
Académico de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras
Cofundador y Expresidente de Transparencia Internacional España
Director de la revista Encuentros Multidisciplinares