Un segundo «momento Schuman», por una defensa común y una unión política

En todo el continente está surgiendo un nuevo espíritu ciudadano europeo. No debemos caer por debajo de la ambición del 9 de mayo de 1950. La UE debe estar a la altura de Europa.

A member of the Committee for the Defence of Democracy (KOD) holds a an EU flag, during the 'Support for Judge Igor Tuley' protest organised in Krakow's Main Market Square on Monday, June 8..Today in Warsaw, the Disciplinary Chamber of the Supreme Court condemned by the European Court of Justice will deal with the prosecutor's request to deprive judge Igor Tuleya of his immunity related to court's activities in 2017. On Tuesday, June 9, 2020, in Krakow, Poland. (Photo by Artur Widak/NurPhoto)

El poeta alemán Friedrich Hölderlin escribió: "Donde reside el peligro, crece también la fuerza salvadora". Y, en efecto, un nuevo espíritu ciudadano europeo está surgiendo en todo el continente.

Fuimos testigos de ello el 15 de marzo de 2025, de Roma a Tiflis, en Budapest, Bucarest, Belgrado y en muchas otras ciudades de toda Europa. El apoyo a la integración europea es elevado, según el último Eurobarómetro.

Es un sentimiento popular de defensa de la paz, la democracia y el multilateralismo frente al imperialismo, el autoritarismo y las guerras comerciales, y de apoyo a la resistencia ucraniana y al ideal europeo.

Los ciudadanos entienden que hoy la Unión Europea (UE), como en el momento del Brexit, está amenazada por Putin y Trump, y sus adláteres europeos. El pueblo europeo expresa un fuerte apego al proyecto europeo y a nuestra cultura común, pero también reclama acciones concretas para garantizar nuestra propia seguridad y defensa, y por tanto la paz en nuestro tiempo, nuestra competitividad, nuestro modelo social, y una unidad política y capacidad de acción más fuertes.

Las instituciones de la UE, y en especial sus gobiernos nacionales, deben dar una respuesta a la altura de los grandes retos geopolíticos a los que nos enfrentamos y de las demandas de los ciudadanos.

De hecho, hace casi 75 años, la Declaración Schuman ya afirmaba que "la paz mundial no puede salvaguardarse sin realizar esfuerzos creativos proporcionados a los peligros que la amenazan".

Esta frase resuena con fuerza en nuestros días. El documento proponía también una "acción [que ] debe emprenderse inmediatamente sobre un punto limitado pero decisivo: (...) que el conjunto de la producción franco-alemana de carbón y acero se ponga bajo una Alta Autoridad común, en el marco de una organización abierta a la participación de los demás países de Europa".

Nosotros, miembros del reconstituido Comité de Acción para los Estados Unidos de Europa, creemos que la creación de una Defensa Común Europea es hoy el punto claro y decisivo que hay que abordar en la construcción europea.

Este paso es hoy una necesidad ante la desvinculación de la seguridad transatlántica de Trump. El 12 de marzo de 2025, el Parlamento Europeo pidió al Consejo Europeo que activara las distintas disposiciones del artículo 42 del Tratado de Lisboa a tal efecto.

Tan importante decisión allanará el camino para crear un Sistema Europeo de Defensa y Seguridad (EDSS, por sus siglas en inglés) autónomo, dotado de su propia cadena de mando y encargado de la defensa territorial, que actuará como pilar europeo de la OTAN o, en caso contrario, en compatibilidad con ella.

Ese EDSS no dependerá de la voluntad y los caprichos del actual Presidente de Estados Unidos, y hará operativa la cláusula de asistencia mutua prevista en el artículo 42.7 del Tratado.

También necesitamos un mayor presupuesto de la UE financiado con eurobonos y nuevos recursos propios recaudados por la Unión, para atender nuestras necesidades comunes de defensa y seguridad y otros bienes públicos europeos, incluida la lucha contra el cambio climático, entre otros retos esenciales.

Un marco financiero europeo renovado debería incluir la creación de instrumentos de inversión que permitan a los ciudadanos de la UE canalizar directamente sus ahorros para estos fines.

Debemos recordar a los Estados miembros que un verdadero marco europeo de defensa y seguridad no puede reducirse a las diferentes propuestas nacionales de rearme que están ahora sobre la mesa, que además podrían dar lugar a despilfarros e ineficiencias si no se coordinan adecuadamente a nivel de la UE.

Además, la seguridad es multidimensional y debe incluir la lucha contra las amenazas híbridas, la ciberseguridad, el espionaje y el sabotaje, etc.

Por último, no habrá una verdadera Unión Europea de Defensa y Seguridad sin las necesarias dimensiones política, estratégica y operativa (planificación, mando y control, etc.)

Al mismo tiempo, el paso propuesto puede generar fuertes efectos políticos indirectos en la integración europea, incluida la apertura del proceso de reforma de los Tratados de acuerdo con la propuesta del Parlamento de noviembre de 2023.

Debemos subrayar que cualquier EDSS viable requiere también superar los vetos nacionales y el enfoque intergubernamental, garantizando así el adecuado control parlamentario y democrático de esa arquitectura de seguridad.

Por ello, sugerimos la adopción de un "Acta de la Unión" que comprenda la activación paralela de los artículos 42.2 (sobre defensa común) y 48 (sobre reforma constitucional) del Tratado de Lisboa como un paquete común.

Por lo tanto, proponemos que el gobierno francés, en coordinación con los gobiernos alemán, español y polaco, y otros Estados miembros que lo apoyen, y el Parlamento Europeo, pidan al Consejo Europeo que adopte el 9 de mayo la propuesta de "Acta de la Unión".

Esos gobiernos dejarán claro que procederán a activar la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), prevista en el artículo 46 del TUE, para el establecimiento del EDSS autónomo si no hay un rápido acuerdo unánime entre los Veintisiete. Esta PESCO institucional permanecerá abierta a todos los Estados miembros que deseen adherirse.

De cara al 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial y del 75º aniversario de la Declaración Schuman, debemos aprovechar esta ocasión trascendental para allanar el camino hacia una Defensa y una Seguridad Comunes, y una Federación Europea, como ya preveía en 1941 el Manifiesto de Ventotene, y sumarnos a la movilización popular en marcha para el Día de Europa.

En el momento geopolítico más peligroso que atraviesa Europa desde 1945, no debemos quedarnos por debajo de la ambición del 9 de mayo de 1950. La UE debe estar a la altura de Europa.

Han participado en la redacción de esta tribuna:

Danuta Hubner, ex Comisaria y ex eurodiputada

Domènec Ruiz Devesa, Presidente de la Unión de Federalistas Europeos, ex eurodiputado

Guy Verhofstadt, ex Primer Ministro de Bélgica y ex eurodiputado

Monica Frassoni, ex eurodiputada

Enrique Barón Crespo, ex Presidente del Parlamento Europeo

Sandro Gozi, Ex Presidente del Grupo Spinelli, Eurodiputado

Christelle Savall, Presidenta de los Jóvenes Federalistas Europeos

Philippe Laurette, Presidente de la Asociación Jean Monnet

Ver texto en https://euractiv.es/

Pinit Fg En Rect Red 20
TOP