La Unión Europea ante el «imperialismo digital» estadounidense
- Creado: Domingo, 28 Diciembre 2025 13:08
- Publicado: Domingo, 28 Diciembre 2025 13:08
- Escrito por Paco Audije
Publicado originalmente en Periodistas-es.com
Thierry Breton en una comparescencia ante una comisión del Parlamento Europeo (2019).
«Imperialismo digital» lo ha llamado Dominique de Villepin, exprimer ministro (2005-2007), exministro de Asuntos Exteriores de Francia, antes ministro de Interior.
Villepin lo ha calificado así después de que el gobierno de los Estados Unidos haya prohibido la entrada en su país (o anunciado la expulsión) de cinco personalidades europeas. Washington considera censura las medidas legales europeas destinadas a contrarrestar el odio, las llamadas a la violencia y los contenidos falsos que las grandes corporaciones digitales estadounidenses dejan fluir libremente, cuando no lo favorecen de manera abierta o encubierta.https://x.com/Villepin/status/2003788950637306191?s=20
Los propietarios de las mayores redes digitales pretenden dirigir el mundo desde su país y no admiten las leyes europeas, al mismo tiempo que alientan –cada vez más abiertamente– los discursos extremistas de la ultraderecha.
Entre las personalidades sancionadas, Thierry Breton, quien fuera ministro de Economía de Francia y luego exvicepresidente de la Comisión Europea (2019-2024).
Como excomisario europeo del Mercado Interior, Breton se esforzó por hacer cumplir las normas de la UE a magnates tecnológicos como Elon Musk.
La Ley europea de Servicios Digitales trata de garantizar que las actividades que puedan ser ilegales fuera de Internet, también lo sean en la Red. Se trata de una ley acordada «de forma democrática por la UE para la UE» y que no tiene aplicación extraterritorial, ha recordado el ministro alemán Johann Wadephul.
Dominique de Villepin ha escrito que esa decisión de Washington «es un acto de hostilidad fuera de lo común que requiere una respuesta firme de la Unión Europea. Es hora de denunciar el colonialismo digital que agrede a Europa».
Para Villepin se trata de un test que la Administración de Donald Trump hace a la UE, «un test de nuestra soberanía y de nuestra dignidad» que constituye una advertencia: «Aún tenemos el poder de decir no. Porque cada renuncia a afirmar nuestro derecho lo debilita cada vez un poco más». En septiembre de 2025, la UE multó a Google por abusar de su posición dominante en el gran mercado de la publicidad digital. La multa fue considerada un record: 2.950 millones de euros. Esa multa enfureció a todos en la Casa Blanca, empezando por Donald Trump. Meta se enfrenta también a una investigación por posibles acciones contrarias a la competencia interna del mercado europeo.
Google, en posición próxima al monopolio, ha propuesto a la UE contribuir a restablecer una verdadera competencia mediante la venta de una parte de su grupo.
https://www.lemonde.fr/pixels/article/2025/11/14/google-sanctionne-par-une-amende-record-propose-des-engagements-afin-d-eviter-la-scission_6653383_4408996.html
Trump cuestiona la Ley europea de Servicios Digitales (DSA, Digital Services Act, 2022) que se elaboró cuando Thierry Breton formaba parte de la Comisión. Fue aprobada después por una mayoría muy amplia del Parlamento Europeo.
La DSA forma parte también de un cierto impulso europeo para regular los servicios digitales y esclarecer la responsabilidad de las plataformas y corporaciones digitales, abriendo el camino para proteger más a los usuarios y consumidores europeos.
En Washington, el Departamento de Estado –en uno de sus arrebatos delirantes– lo considera «una censura de las opiniones americanas» [sic].
Alguna personalidad europea habla de retorno clarísimo del viejo macartismo vigente en Estados Unidos durante mediados del siglo XX.
Por su parte, Marco Rubio, actual Secretario de Estado estadounidense, estima que la Administración Trump no puede tolerar «ciertos esfuerzos organizados para restringir y censurar plataformas americanas, desmonetizándolas y suprimiendo puntos de vista americanos». La derecha estadounidense alienta ese delirio y Rubio convierte la DSA en un acto de «flagrante censura extraterritorial». .
Los demás europeos sancionados (no todos de la UE, también hay dos británicos, Clare Melford e Imran Ahmed) están vinculados a organizaciones que luchan contra el odio y la desinformación en las redes sociales. Las ciudadanas alemanas Anna-Lena von Hodenberg y Josephine Ballon, directoras de la ONG HateAid, han declarado en un comunicado que «no se dejarán intimidar».https://www.theguardian.com/technology/2025/dec/24/us-state-department-visa-ban-former-eu-commissioner-europe
Los cinco europeos afectados por la expulsión del territorio estadounidense (o por la prohibición de que entren en él), no tienen en estos momentos puestos oficiales en ningún gobierno.
Pero la ira de Donald Trump y su gobierno viene de atrás: rechazan que la UE lleve adelante una normativa que impone obligaciones de transparencia y veracidad a las grandes plataformas digitales de Estados Unidos.
Sin embargo, no hay ninguna medida europea que pueda considerarse extraterritorial. En un breve comunicado, la Comisión Europea señala que «la libertad de expresión es un derecho fundamental en Europa, y núcleo compartido con los valores de Estados Unidos y todo el mundo democrático. La UE es abierta, un mercado único, con derecho soberano que regula la actividad económica en línea con nuestros valores democráticos y nuestros compromisos internacionales. Nuestras normas digitales son un campo de juego seguro y transparente para todas las empresas, que actúa de manera equitativa y no discriminatoria». https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/statement_25_3160
En realidad, la medida de Washington parece una provocación intencionada. También una respuesta a las medidas de la UE contra las grandes corporaciones digitales; y de manera más reciente, como reacción a la multa reciente (primeros de diciembre) que la Comisión Europea impuso a la red social X (exTwitter) de 120 millones de euros por infringir la normativa de la UE, por falta de transparencia de su publicidad y también en relación al diseño engañoso de sus mecanismos de verificación. La cólera de Elon Musk por esa multa ha sido el desencadenante último de la represalia anunciada en Washington por el Departamento de Estado.
https://www.lemonde.fr/international/article/2025/12/06/elon-musk-appelle-a-abolir-l-union-europeenne-apres-l-amende-de-120-millions-d-euros-infligee-au-reseau-x_6656295_3210.html
Pero las reglas son idénticas para otras plataformas. El ministro francés de Asuntos Exteriores ha dicho que «TikTok las aceptó, X las rechazó. La Comisión Europea ha tomado medidas enérgicas y ha hecho bien. Esto es sólo el principio», ha advertido Jean-Noël Barrot. Desde el otro lado del Atlántico, Elon Musk, el vicepresidente J.D. Vance, etcétera, no dudan en preconizar públicamente –ni más ni menos– que la abolición de la UE.
Esther Paniagua, analista de la tecnología, opina que «las grandes tecnologías no pueden quedar impunes cuando dañan el interés público. No está en juego un sector económico, sino las condiciones mismas de la democracia».
https://elpais.com/opinion/2025-12-19/la-verdad-no-puede-depender-de-google.html
Por el momento, el comunicado de Bruselas es otro más en la línea tibia habitual donde la firmeza está casi siempre ausente. Meras declaraciones que no parecen suficientes para hacer frente al «imperialismo digital» denunciado por Dominique de Villepin.



