¿Qué me aporta haber realizado un Erasmus?
- Publicado: Lunes, 01 Junio 2015 06:03
- Escrito por Jorge Juan Morante, bloguero y politólogo
El programa más conocido de la Unión Europea (UE), Erasmus (EuRopean Community Action Scheme for the Mobility of University Students), que fue impulsado por el excomisario Manuel Marín en 1987 con el apoyo de François Miterrand y Felipe González, dos años después de la entrada de España en la UE, permite que cada año cientos de miles de estudiantes puedan mejorar su formación realizando un periodo de su formación en otro país de la UE.
Un programa en el que España, según datos de la Comisión Europea, fue el principal emisor con 39.249 estudiantes que realizaron esa estancia de formación y también el principal receptor, acogiendo a 40.202 de otros Estados miembros en el periodo 2013-2014.
Cuando yo estudiaba Ciencias Políticas, en la Universidad Autónoma de Madrid, decidí solicitar para el 2007-2008 una beca Erasmus con el objetivo de hacer un año de mi carrera en la Università degli Studi di Torino (Turín, Italia), una experiencia que me permitió tener una visión distinta de mis estudios, desarrollarme personalmente, abrir más mi mente, aprender una lengua diferente y que el sentimiento europeo anidase en mi interior.
Me permitió ampliar mi visión sobre la disciplina de las Ciencias Políticas porque en la Universidad degli Studi di Torino tuve la ocasión de recibir clases de profesores como Luigi Bonanate, Egidio Dansero o Lucio Levi y de leer libros de Norberto Bobbio como “Il futuro della democrazia”.
Al vivir un año de mi vida en una ciudad distinta me permitió desarrollarme personalmente por diferentes aspectos: al enfrentarme a una situación distinta, de vivir con mis padres a hacerlo en un piso con otros estudiantes; al aprovechar cada día para conocer mejor la ciudad en la estaba viviendo y algún fin de semana escaparme para conocer otras ciudades italianas como Pisa, Bolonia o Génova; resolviendo problemas como por ejemplo como sobrevivir con mis gastos; y haciendo amigos de diferentes nacionalidades.
Además de con las típicas clases de italiano para los extranjeros, aprendí la lengua del país en el día a día, visitando sitios, haciendo gestiones, comprando, con su cultura, hablando con la gente de allí y viendo los diferentes canales de televisión italianos, y en cada clase aprendía vocabulario técnico de mi disciplina universitaria.
Y la combinación de todo ello, al conectar con otras culturas europeas y conectar con aquello que nos une me haría consciente de mi identidad europea.
Erasmus supondría para España un enriquecimiento intelectual de los estudiantes que envía, enriquecería sus universidades con una mayor diversidad cultural y potencia un turismo universitario, ya que además del turismo de los propios erasmus estarían las visitas de familiares y amigos a los estudiantes erasmus.
Por todo ello considero que el Programa Erasmus, aunque hay aspectos que deben mejorar como las becas y la convalidación de asignaturas, es beneficioso tanto para los estudiantes como para España.