PROPUESTAS PARA PONER LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS
PROPUESTAS PARA PONER LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS
Formuladas en el tercer debate ciudadano celebrado el 22 de junio
- Promover un Seguro de Desempleo Común en base a la experiencia durante a pandemia del SURE (Temporary Support to mitigate Unemployement Risks in an Emergency).
- Lanzar una Unión Europea de la Salud, en base a agrupar y mejorar los mecanismos comunes tanto de compra, distribución y quizás de fabricación de vacunas (CE), como de coordinación epidemiológica o de supervisión de calidad de vacunas-Medicamentos (inter-Ministerial, Agencia Europea).
- Instaurar una Unión fiscal, o armonización fiscal, es imprescindible, no solo para acabar con la competencia desleal, sino para materializar esas primeras propuestas que construyan la base de una Europa social -que, además, contribuirá a un mejor funcionamiento del mercado-. Esta armonización debe incluir desde la homogeneización y coordinación de los impuestos a sociedades, hasta impuestos comunes y/o europeos a las tecnológicas, pero también el ya aprobado por ciertos países a las transacciones financieras o un cerco más estrecho a los paraísos fiscales, no solo para acabar con el dinero negro, sino también con la evasión y elusión fiscal.
- Crear un impuesto especial de reactivación post-pandemia a aplicar a las industrias más beneficiadas por la emergencia -trasnacionales farmacéuticas, algunas de entrega a domicilio (Amazon), etc- como ha propuesto el FMI.
- Un salario mínimo y/o mínimo vital o común u homogéneo en la Unión, sobre la base de ampliar y mejorar tanto medidas tomadas con la pandemia -los ERTE, y compensaciones sociales- como instrumentos anteriores y que ahora deberían tener más recorrido, como el Fondo Europeo de Ajuste a la Globalización, máxime cuando la globalización va a tener su propio ajuste post-pandemia, y que debemos afrontar los retos ya anteriores y hoy más urgentes de la transformación digital y ambiental.
- Establecer unos indicadores homogéneos y comunes del ámbito social, en especial para dar seguimiento a las políticas activas de empleo, de cumplimiento más rápido y completo de las directivas europeas en este campo, para asegurar el funcionamiento del estado en lo social.
- Un más intenso y amplio diálogo social respecto a estas medidas y al diseño y definición paulatina de un nuevo contrato social, pues el establecido en los 50s, ha quedado más que superado por la realidad. Quizás sobre la base de la reciente declaración de Oporto, y también las propuestas del libro blanco y las reflexiones sobre las aspiraciones máximas y mínimas en lo social sobre el futuro de la Unión, contempladas para la Europa post Brexit. Pero debería de incluir tanto el diálogo, como la definición del modelo, con marco normativo, pero no a golpe de decreto.