Las relaciones entre Europa y América Latina, y sus perspectivas tras la cumbre de Madrid, el 18 de este mes, fueron el tema de la tertulia de mayo de la asociación Europa en Suma, que contó en esta ocasión con la presencia, como invitado destacado, de Juan Pablo de Laiglesia, Secretario de Estado para Iberoamérica, un hombre clave en la coordinación de ese encuentro internacional. La cita de Madrid se consideraba a priori, y así lo destacó el Secretario de Estado en su intervención, como una oportunidad crucial, y probablemente irrepetible, de materializar y consolidar un avance en las relaciones de la Unión Europea con las naciones y los organismos regionales de cooperación del continente latinoamericano.
También Susana Gratius, investigadora del FRIDE y especialista en Iboeroamérica, subrayó la trascendencia de ese encuentro, y afirmó que la cumbre de Madrid, además de una excelente plataforma para España, era quizá la última oportunidad de colocar a América Latina en el frente prioritario de las relaciones exteriores de la Unión Europea.
El coloquio, celebrado, como es habitual, en la Librería Fuentetaja, de Madrid, y las diferentes intervenciones de los participantes (periodistas, representantes del mundo académico, miembros y simpatizantes de Europa en Suma, entre otros) reflejaron en algún caso cierta preocupación por el efecto que la crisis económica y financiera puede tener en la cooperación euro-latinoamericana y, en general, por la posible pérdida de interés por parte de Europa hacia Iberoamérica.
En respuesta a esa preocupación, Juan Pablo de Laiglesia no quiso mostrarse pesimista, y expresó su opinión de que, en vez de alejar, la crisis puede servir para acercar a europeos e iberoamericanos. Y en la misma línea, el decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, Patxi Aldecoa, otro significado asistente al coloquio aseguró que la crisis puede afectar, pero no pondrá en cuestión la proximidad creciente entre Europa y América Latina ni la cercanía de sus modelos respectivos. Y eso, aún admitiendo que América Latina es pura diversidad, y que en realidad habría que decir que hay tantas Latinoaméricas como países latinoamericanos.
De lo que se trata, como se dijo reiteradamente en la tertulia, es de avanzar en nuevas fórmulas para que las relaciones euro-latinoamericanas se desarrollen en toda su potencialidad, y no seguir aplicando, ya bien entrado el siglo XXI, políticas surgidas en los años 90….del siglo pasado.