Los proyectos de la presidencia española en la tertulia de Europa en Suma

En Fuentetaja, con Carlos Carnero y la Embajadora de Hungría.

Edit-CarlosLas perspectivas que se abren con el arranque del semestre de presidencia española de la Unión Europea centraron, como era de esperar, la tertulia de Europa en Suma este miércoles, 13 de enero, que contó con la presencia de la Embajadora de Hungría en España, Edit Bucsi, y a la que acudió también, como invitado destacado, el Embajador Especial para Proyectos de Integración Europea, Carlos Carnero.  La cita reunió a más de treinta personas, socios y amigos de Europa en Suma, periodistas muchos de ellos, en ese espacio imponente que forma la cueva de la librería Fuentetaja, de Madrid, con sus muros y bóvedas de ladrillo visto, recién recuperado como escenario para escuchar música y cenar entre referencias literarias.

Durante la charla se tocaron temas como el futuro papel de las presidencias rotatorias tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y el nombramiento de un Presidente estable del Consejo Europeo, de los nuevos equilibrios de poder entre las instituciones europeas, y de cómo la presidencia española actual, claramente de transición,  servirá de referencia en este sentido: Carlos Carnero destacó, por ejemplo, el hecho de que esta será la última presidencia que organiza las cumbres en su propio país: las próximas serán en Bruselas.tertulia

Se habló una vez más de la necesidad de acercar Europa a la gente, y a la inversa, y de destacar, desde el nivel de la calle, aquellos asuntos que verdaderamente son importantes para los pueblos, y de recordarle a la ciudadanía que muchas de las decisiones que le afectan directamente ya no se toman sólo, ni siquiera de manera primordial, en su propio país, sino en gran medida, en Europa. Y Carnero, que llegaba a la tertulia directamente desde La Granja, en Segovia, donde se estaba desarrollando la primera reunión ministerial de la Unión bajo presidencia española, resaltó la importancia que puede tener a partir de ahora la iniciativa legislativa popular, para poner en marcha acciones y proyectos a partir de la firma de un millón e ciudadanos europeos.

Por lo demás, Carlos Carnero rechazó como injusto y sin sentido el comentario del Financial Times en el que se calificaba al programa de la presidencia española como “anodino” (remarkably anodyne, decía el comentario del periódico británico el pasado 5 de enero, refiriéndose al programa de trabajo anunciado por Zapatero). Según el embajador especial, lo “anodino”  habría sido, por el contrario, presentar un temario conformista y previsible, con objetivos garantizados ya de antemano, en vez de apostar por un programa amplio y ambicioso como el que ha presentado España. Carnero afirma que gustaría que, al término de este semestre español, quedara clara la sensación de que, después de la parálisis, las incertidumbres y el retraso en la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, Europa “está de nuevo en marcha”.

EditLa presencia, en la tertulia, de la embajadora húngara, Edit Bucsi (Hungría desempeñará la presidencia rotatoria de la Unión Europea dentro de un año, en el primer semestre del 2011), dio pie también a una animada charla sobre el estado de ánimo de la población de su país respecto a Europa. La señora Bucsi aseguró que los húngaros valoran claramente la importancia y las ventajas indiscutibles de estar dentro de la Unión Europea, aunque el entusiasmo europeísta de la población en general haya podido descender en los últimos años a causa de las dificultades.

Y como ejemplo de las posibilidades, económicas y de todo tipo, que ofrece la común pertenencia a la Unión Europea, la embajador Edit Bucsi contó a los asistentes (para sorpresa de la mayoría, que no conocía el caso), que hay una empresa española, segoviana, concretamente, que elabora un magnífico jamón español…. ¡con cerdos húngaros!   Es más, la empresa Monte Nevado ha contribuido decisivamente a recuperar una raza de porcino propia de Hungría, llamada Mangalica, que se encontraba al borde de la extinción: animales robustos, rústicos y lanudos, de aspecto chocante (véase la fotografía del animal en cuestión, que adjuntamos, que no es una oveja grande como puede pensar algún despistado, sino un cerdo con todos sus atributos) bien adaptados a las frías estepas húngaras. Con ellos, y tras el proceso de elaboración y curación en Segovia se produce un jamón veteado y sabroso que, según los aficionados, no solo no desmerece, sino que es todo un descubrimiento. Tenemos que probarlo.

Y lo que nos queda por conocer y descubrir. Eso (y mucho más) es Europa.

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