Alemania, siglo XXI. La banalidad del bien.

 

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Viajo por una región o autonomía española, con pueblos cada varias decenas de kilómetros. Tiene la deuda per cápita más alta del  país, el paro más alto. El paisaje es la dehesa, ocre, aplastada por un sol inmisericorde. Los calores del verano han arrasado los abundantes pastos favorecidos por una primavera muy lluviosa. Ahora, las vacas buscan inútilmente los últimos restos.

Escucho en la radio del coche que hay elecciones en Alemania. Ah, ¡que interesante!, me digo. Parecen elecciones locales. Nuestra suerte depende de los que decidan ellos. Si dejan de ser arrogantes (quadratisch) y se convierten en solidarios, que lo son, habitualmente, pero con el tercer mundo.

En esta región, en las últimas décadas, muchas casas han sido reconstruidas a su regreso por los emigrantes que se fueron a Europa, muchos a Alemania. Los retornados quieren mostrar a sus vecinos su nuevo estatus. Las fachadas de falso Siena o verde-que-te-quiero-verde, los ladrillos con acabado piel-de-tigre, los absurdos tejados de pizarra modelo Alta Lorena y los halcones de escayola vigilando las puertas, han roto el viejo perfil armónico de casas encaladas.

En lo alto de uno de estos pueblos está la Basílica, la capital espiritual de la región. Entro en el templo. Suena el órgano, uno de los más importantes de Europa. Un concierto, me digo. No, dos técnicos hablan en alemán. Están afinando la maravilla, los graves, los agudos. Les pregunto cada cuanto afinan el órgano. Cada dos años, me responde el más joven, vengo desde Alemania para darle un repaso.

El viejo instrumento fue restaurado en varias etapas a finales del siglo pasado por una empresa alemana, una de las mejores, si no la mejor del mundo. La afamada casa Walcker, una referencia. En este caso, como en muchos otros, hay que acudir al gran vecino del norte.

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¿Innovar? ¿Investigar? That`s the question.

Compartir las buenas prácticas para conseguir una Europa excelente.Un seminario de Europa en suma.

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Hay que decirlo con sus términos exactos. La llamada Agenda de Lisboa de la Unión Europea del año 2000 intentaba situar a nuestra región a la cabeza del mundo en I+D+i por delante de los EEUU y Japón, pero concluyó con un rotundo fracaso. Y no solo por la crisis. Y la situación que vivimos hace 5 años lleva a numerosos países a recortar los fondos destinados a la investigación.

No se debe recortar en innovación en un momento como el actual, sino todo lo contrario, asegura José Marín Fernández, del Basque Ecodesign Center. Y hay que aprovechar las oportunidades actuales para sentar las bases del futuro, añade.

Eso sí, en esta época de recursos escasos, es necesario priorizar los objetivos, matiza Joaquín Serrano del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Europa es una gran potencia en investigación, pero no ha sabido conectar con el mercado como los EEUU, apunta Manuel Palazuelos del Centro de Investigación de la UE.

Los ti-zeolitos con hidroperóxidos orgánicos son productos que echarían para atrás a los espectadores de TV en horario de máxima audiencia. Pero son tremendamente importantes en lo económico y ecológico: han conseguido reducir a cero los enormes residuos generados por la producción de óxido de propileno, en un proceso innovador desarrollado por el Instituto Tecnológico de Valencia. Y no somos especialmente listos, subraya su director, Fernando Rey, sino grupos de especialista que abordan los problemas conjuntamente. Este es un ejemplo, hoy, para Europa: la colaboración.

Investigar, innovar; tal vez desarrollar. Simplemente, porque son las palancas del crecimiento, de la competitividad, en un mundo globalizado. Para conseguir mejorar la vida de los ciudadanos. Y compartir esas buenas prácticas, lo mejor que sepa hacer cada uno en un territorio común la Unión Europea, ¿quién ha resuelto qué y cómo?

Es lo que ha preguntado la asociación Europa en suma a al organizar un encuentro con expertos bajo el título La Europa excelente.

Galeria la europa excelente

26 de Septiembre, Día Europeo de las lenguas

 

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El 26 de septiembre es el Día Europeo de las Lenguas y los Institutos de Cultura de países de la Unión Europea presentes en Madrid con la colaboración de las Instituciones Europeas en España tienen una serie de actividades previstas para celebrarlo y promocionar el aprendizaje de otras lenguas.

Book-crossing (dejar libros en un lugar para que los recojan otros lectores), concursos, degustaciones gastronómicas, visitas a los centros, sesiones de Cine, recitales de poesía,  talleres y cuenta-cuentos para niños, exposiciones entre las numerosas actividades que organizan.

Además durante el día darán un pasaporte lingüístico que sellaran en los diversos centros participantes: (Alliance Française, Goethe Institut Madrid, Institut Français de España, Instituto Cervantes, Instituto Cultural Rumano, Instituto Iberoamericano de Finlandia, Istituto Italiano di Cultura de Madrid y la Sede de las Instituciones Europeas en Madrid) con el que podrán ganarse diversos premios entre ellos una tableta.

 

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