“Grecia debería plantearse salir del euro de una forma elegante y digna”

EuroXpress, portal amigo de Europa en suma, publica una entrevista con el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y socio de E+, Javier Wranna, que, por su interés, reproducimos a continuación

 

wrana1Grecia vuelve a estar al borde de la quiebra, con una Unión Europea dispuesta a evitarlo pero exigiendo el cumplimiento de los compromisos adquiridos por Atenas por su rescate. La situación «in extremis» se repite una y otra vez. En esta entrevista para euroXpress, el profesor Javier Wrana cree que el perjuicio que está provocando Grecia a la UE es mayor que el beneficio que saca el propio país en esta situación. La opción es salir de la moneda única. Después, plantea algo tan simple como difícil para resolver la crisis de la eurozona: que las cosas se hagan bien. La UE tiene las herramientas.

euroXpress.- La UE parece que se da por satisfecha con las conclusiones del último Consejo Europeo en el que se quisieron conciliar los drásticos programas de ajuste con iniciativas de impulso al crecimiento económico. ¿Qué le parece?

Javier Wrana.- Se ha hablado de impulso al crecimiento, pero se queda en nada, porque lo que están planteando «de facto» son medidas de austeridad. ¿Cómo se concreta el impulso al crecimiento? De eso nada se dice en las conclusiones del Consejo Europeo. La idea parece haber sido no tanto vamos a impulsar el crecimiento, sino vamos a demostrar que tenemos interés porque el crecimiento sea impulsado, sin que haya relajación de las medidas de ahorro.

eXp.- ¿No es posible jugar los dos palos de la baraja a la vez?

J.W.- Cada Estado de la UE, y más en momentos de crisis, tiene sus propias prioridades y el asunto de la Unión Europea se queda en segundo plano. Y la UE como tal no tiene competencias, maneja un presupuesto minúsculo y no tiene capacidad para ayudar, porque el castillo se vendría abajo. El problema de partida es que los países han actuado durante los últimos años de una manera irresponsable, gastando más de lo que podían, usando como ingresos corrientes lo que eran ingresos excepcionales y, cuando la situación ha venido mal, se ha seguido gastando lo mismo. Ahora la cuestión es que se intenta hacer en un año un ajuste que debería hacerse en diez, lo cual es bastante difícil.

eXp.- Pero parece que nadie tuviera soluciones, por ejemplo, para combatir el paro. En Estados Unidos están demostrando que las hay.

J.W.- Claro que los gobiernos europeos tienen ideas de cómo recuperar empleo, pero son ideas que piensan que los agentes sociales no van a asumir. Y no viene al caso comparar con Estados Unidos, porque allí hay una flexibilidad mucho mayor porque la gente está mucho más mentalizada en ese sentido. El problema en Europa es que se introducen elementos de flexibilidad solo por una parte, de modo que puede conducir a que haya más despidos, pero eso no se vea compensado con más empleo.

 

Libertad, censura y derechos de autor en Internet

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Articulo original publicado por Rafael Días Arias en Periodismo Global, la otra mirada.

 

En los días pasados se han librado en Internet varias batallas en las que se juega el carácter abierto de la Red

Son episodios de una guerra vieja, entre los que conciben Internet con un espacio sin regulación ni restricciones -ciberlibertarios- y los partidarios de una regulación que, de alguna manera, traslade las normas del espacio físico al ciberespacio -los reguladores. En esta guerra en la que parece que los contendientes son ciberactivistas y gobiernos son, sin embargo, las empresas el verdadero protagonista emboscado.

Como jurista, siempre he creído que el ciberespacio no puede ser un espacio sin ley, que los estados democráticos deben reprimir abusos y delitos y promover usos responsables. El problema es que al intentar transferir los criterios aplicados al espacio físico se producen distorsiones y restricciones a la libre comunicación horizontal, que no otra cosa es el ciberespacio. Y otra dificutad, aún mayor, es que esa regulación no puede ser más que global, lo que resulta imposible por la disparidad de intereses nacionales y culturas diversas. No me han satisfecho ni las posiciones de los reguladores ni las de los libertarios y sin dejar de reflexionar sobre la cuestión he orientado mis líneas de investigación por otros derroteros.

Ante la virulencia de las últimas batallas me arriesgo a dejar aquí algunas reflexiones, demasiado largas para una entrada de blog y lamentablemente poco concluyentes.

Rumanía y la supervivencia

rumaniaCuenta el periodista Robert D. Kaplan en Fantasmas Balcánicos, citando a un intelectual del folclore rumano, Adrian Poruciuc, que el hogar, «la familia sentada alrededor de la humilde mesa con la comida servida» es el símbolo popular del pueblo rumano. ¿Podéis imaginar lo que supone viajar 3.000 kilómetros hacia lo desconocido para salvar ese símbolo, ese conjunto de seres queridos? Sorín viajó. A Lérida. Y Vanya, búlgara, a Valencia. A ella le engañaron. No le dijeron que tendría que dar una parte de lo ganado recogiendo naranjas al patrón, y otra a quien le había encontrado el trabajo, hasta que llegó allí. Tuvo que recoger la comida que tiraban los supermercados al cerrar para sobrevivir. Quería ir a hacer la temporada, pero apenas ahorró. Estudia Arte Sacro. Pinta mosaicos.

Adiós a Havel

Havel%20595¿Cuántas veces las redacciones dieron por muerto a Havel en los 90? Sin embargo, de cada episodio de extrema gravedad salió adelante. No venció al cáncer, pero se acomodó a vivir con él. Del mismo modo, durante medio siglo Vaclav Havel luchó contra un régimen totalitario, que tras cada episodio de disidencia parecía que iba a doblegarle y al que, finalmente y a diferencia del cáncer, logró vencer.

Havel se ha ganado un puesto en la Historia como ejemplo de lo que la resistencia cívica puede conseguir, como modelo de referencia ética para un pueblo, pero también de lo difícil que es que un intelectual pueda convertir un aliento ético en políticas eficaces para su pueblo.

Havel guió a su pueblo en la Revolución de Terciopelo, pero no pudo impedir la ruptura de su país Checoslovaquia. Vaclav Klaus -el economista convertido al credo ultraliberal después de sestear en los institutos del régimen comunista mientras Havel entraba y salía de la cárcel- y Vldimir Meciar -el populista exboxeador- dividieron el país ante la impotencia de Havel y la indiferencia de la mayoría de los checos y eslovacos. Cabe decir en favor de ambos pueblos que no sólo la ruptura no fue traumática (a diferencia de las que entonces se desarrollaban en los Balcanes) sino que hoy las relaciones tanto institucionales como personales son excelentes.

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