TVE y las otras

A esto le llaman pluralismo

foto1Si se materializase esa propuesta del Partido Popular de obligar a TVE a renunciar a uno de los dos múltiples que le asigna la Ley General de la Comunicación Audiovisual, despojándose así a la corporación pública de la mitad de los canales de que dispone en el dial de la Televisión Digital Terrestre (TDT), el hecho no sería sino un paso más en lo que parece haber sido una labor constante y sistemática encaminada a reducir al mínimo posible el tamaño y la envergadura de la televisión pública en España. Esa propuesta se muestra, en muchos sentidos, perfectamente coherente con las iniciativas que con ese mismo objetivo han ido tomándose en estos últimos años, bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

foto2A ese propósito han servido decisiones tan significativas e inequívocas como la que se tomó en su día de autorizar dos nuevas cadenas privadas (Cuatro y la Sexta), que ampliaron el bando de los canales “amigos”, para equilibrar de ese modo el panorama y compensar la existencia de las otras dos cadenas, consideradas “hostiles”. En medio estaba TVE, que arrastraba una mala fama, muy justificada (para desdicha, entre otros, de sus propios profesionales), de falta de independencia y de ser instrumentalizada políticamente por el gobierno de turno.

Así, nivelados los bandos y con tantas televisiones privadas luchando por la audiencia, ¿qué falta hacía una cadena pública fuerte y con peso? Es como si alguien pensara: si el gobierno no puede sacar un rendimiento político de la televisión pública, porque eso está mal visto y es una fuente de críticas y de conflictos, entonces…. ¿para qué? ¡Con lo cara que es!

foto3Y es verdad: la buena televisión, de calidad e independiente (y la independencia es algo que no suele gustar a los gobiernos, en especial cuando los deja en evidencia), resulta cara. Por eso, la promesa de desgubernamentalizar Televisión Española tenía que tener la contrapartida de reducir drásticamente su tamaño, su papel, su producción, su actividad….y su plantilla, con ese Expediente de Regulación de Empleo gracias al cual la casa se desprendió (compensándolos generosamente, eso sí, con dinero público) de cuatro mil y pico de los menos de 10.000 trabajadores con que contaba hace cuatro años. Un extraño negocio: para hacer parte del trabajo que desempeñaban esos profesionales veteranos que se fueron, RTVE ha incorporado desde entonces del orden de otros dos mil, más jóvenes y, aprovechando esta circunstancia, peor pagados en general. Y todo, en aras…. del pluralismo, que es la palabra con la que, manejada y manipulada hasta la saciedad, han querido justificar todo lo que se ha hecho.

Luego resultó que los canales “amigos” del gobierno se pelearon entre ellos y se declararon la guerra, y uno de ellos se fusionó (una forma de decir que fue absorbido) con uno de los “hostiles”, en lo que muchos han calificado como una alianza contra natura y que demuestra que en esto no hay amigos ni enemigos sino aliados tácticos o adversarios circunstanciales, sobre todo cuando los problemas financieros aprietan.

Revoluciones y Transiciones

Puede que todo esté dicho sobre los extraordinarios acontecimientos de Túnez y Egipto. La mayoría de los analistas se ufanan prediciendo el pasado. El tono general es optimista. Los análisis de detalle, de los verdaderos especialistas, son más útiles que los grandes frescos de los generalistas, llenos de lugares comunes.

Lo siento. Yo también me sumo a la ceremonia de la confusión con algunas reflexiones generales sobre las revoluciones árabes, que, para no cansar, dividiré en esta entrega, otra sobre justicia y democracia y una última dedicada a porque unas revoluciones triunfan y otras no

Lo que uno ha visto en medio siglo

Como cualquiera de mi generación he sido testigo de varias olas revolucionarias.

De adolescente, me inicié en el interés por la política y el cambio social con las revoluciones del 68. Aparecían como revoluciones juveniles para cambiar de sistema, para arrumbar el conservadurismo, la guerra fría, el capitalismo, el comunismo soviético, para llegar a un nuevo paraíso ácrata.

Las revoluciones del 68 no fueron sólo la de París. También las marchas de los derechos civiles en Irlanda del Norte, el movimiento de los derechos civiles de Estados Unidos, la primavera de Praga… Las revoluciones de los 60 obviamente no fueron genuinas revoluciones políticas, porque no produjeron un cambio de poder. El poder político y económico siguió en las mismas manos, pero los valores cambiaron:  costumbres más libres, cuestionamiento de la tradición y la autoridad, liberación de la mujer, laicidad… Hoy, los que entonces abandonaron asustados el progresismo, como Ratzinger, combaten codo con codo con muchos de aquellos radicales el “relativismo moral”.

En realidad las revoluciones de mayo murieron trágicamente más tarde. En Europa con la locura homicida de la Baader-Meinhof, las Brigadas Rojas, los años de plomo. En España, con ETA, que todavía sigue ahí… Con el terrorismo revolucionario y el terrorismo de Estado. Murió también el espíritu de mayo asesinado por Pinochet y Videla. Lo vivimos como un fracaso y luego poco a poco conocimos el horror y el genocidio.

La que vivimos como una revolución de verdad fue la Revolución de los Claveles. Por fin, un atisbo de luz en el tardo franquismo. Nos sabíamos hasta la tendencia del último capitán y los fines de semana se organizaban expediciones a Lisboa.

Publicado originalmente en el blog del autor: Periodismo Global: la otra mirada

El uso de redes sociales en política, a debate

¿Son las redes sociales el camino para construir una opinión pública europea? Para los participantes en la mesa de debate "Butterfly Europe" organizada este miércoles por el think tank italiano "Lo spazio della politica", podría ser así. Entre las principales ventajas del uso de medios sociales en política se mencionaron la inmediatez de los resultados o la posibilidad de ampliar la participación, pero también se enumeraron obstáculos que es necesario tener en cuenta.

Varios_momentos_del_evento_Butterfly_EuropeEntre los participantes en el encuentro se encontraban varios eurodiputados, como los liberales Alexander Alvaro (Alemania) y Marietje Schaake (Países Bajos), la francesa de Los Verdes Marie-Christine Vergiat o el socialista italiano y vicepresidente primero de la Eurocámara Gianni Pittella, además del responsable de la gestión de redes sociales de la vicepresidenta de la Comisión Europea Neelie Kroes.

 

Participación
Los asistentes estuvieron de acuerdo en que las redes sociales ofrecen la posibilidad de implicar a un mayor número de personas en el proceso de toma de decisiones. En el caso concreto de la Unión Europea, también multiplica para el ciudadano las posibilidades de interacción con los eurodiputados.

"Con los medios sociales llegamos a muchas más gente que con los medios tradicionales", explicó el italiano Gianni Pittella, que agregó que "si imprimimos un folleto, tiramos el 99 por ciento de la inversión a la basura, si organizamos un programa de radio o televisión llegamos a un público limitados, pero si usamos Facebook u organizamos un chat en un medio social llegamos con facilidad a más de un millón de personas".

Por su parte, el alemán Alexander Alvaro destaca la rapidez con la que se obtienen resultados cuando se utilizan las redes sociales. "Si quiero hacerme una idea de lo que piensa la gente, los medios sociales son la forma más rápida de hacerlo", explica.

WIKILEAKS. El filtrador, filtrado

Convendría centrar la discusión, porque, en caso contrario, podríamos  pensar que estamos ante “o maior acontecimento da historia da humanidade”, que diría un portugués.

La aldea global se ha dividido, como en la primera guerra mundial, entre aliadófilos y  germanófilos, entre detractores y partidarios de Wikileaks.

soldado_Bradley-ManningUnos, por supuesto el gobierno o la llamada administración de los EEUU, cuyos juristas buscan desesperadamente la conexión entre Julian Assange y el soldado Bradley Manning, de cómo aquel pudo enseñar a éste, el analista de inteligencia militar aburrido en Irak, a descargar los telegramas de las embajadas de los EEUU al Departamento de Estado, a los que, por cierto, tienen acceso en torno a unos dos millones de personas en los EEUU, y que no son  “top secret”. De éstos, de los “pata negra” no se ha filtrado nada, que sepamos.

Entre los detractores están también los directores de periódicos, los Pedrojotas de turno, que no han pillado la exclusiva y restan importancia a las filtraciones, que califican sólo de chismes diplomáticos sin importancia.

ZON-Plus-App-220x124En el lado opuesto están  los seguidores, acólitos de Assange, partidarios de las descargas, de que se sepa todo, todo de todos, los antiglobalización, los anti-USA, los que desean el gratis total y que todo esté en la  nube al alcance de todos, canciones, películas, libros y secretos de Estado. Queremos saber, en este caso, lo malos que son los EEUU, como si no lo supiéramos los españoles desde los tiempos del Maine. Y ha pasado más de un siglo.

Algunos colaboradores de Assange ya le habían abandonado antes de esta última filtración de los telegramas internos del Departamento de Estado por su obsesión por los EEUU, porque subrayaban que había muchos más temas que denunciar, sobre todo en este mundo globalizado, por ejemplo, el papel de los gigantes financieros que contribuyeron a la gran crisis 2007-2008. Una de las que se acaban de ir de la organización era una de sus más fieles seguidoras, una diputada islandesa de tendencia anarquista, que  preparó con él en la isla volcánica el video y la posterior presentación en Washington del ametrallamiento desde el helicóptero estadounidense; fiel acólita del líder, al que llevaba ropa y comida, y quizá, como en la canción de Cohen, té y naranjas de la China.

Faltan más filtraciones, por ejemplo: que papel jugó Goldman Sachs en la caída de su rival, Lehman Brothers, el taponazo de la crisis financiera. ¿Era necesario que cayera esa entidad y la otra no? ¿Se trató, como han señalado algunos medios, de una guerra entre gigantes, crisis de hipotecas-basura aparte?

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